María Marte nos prepara la crema de los deseos

Detrás de María Marte, la chef de Club Allard, se esconde una luchadora que llegó desde República Dominicana a España hace doce años y que, tras empezar en la limpieza del restaurante, consiguió una oportunidad en su cocina.

Suponía trabajar más de quince horas al día y mal dormir en la parte trasera del local, pero su buen hacer entre fogones le valió ganarse la confianza de Diego Guerrero, el anterior chef, y tomar su relevo tras su marcha.

Ahora que acaba de revalidar las dos estrellas Michelín del establecimiento, lo celebra cocinando para DIEZ MINUTOS 'La crema de los deseos' para atraer la suerte en el Año Nuevo. Son doce ingredientes, uno por cada mes del año, más un producto 'casi milagroso', la moringa (planta de la larga vida), para conseguir una receta llena de magia que te acompañe todos los meses de 2015.

-¿Qué ofrece este plato?
-Quiero darle un deseo de larga vida a quien lo tome. Tiene moringa, una planta natural de propiedades medicinales. Se puede poner también a macerar en agua y tomar el líquido que resulte.

-¿Tu deseo para 2015?
-Que haya más mujeres creativas, que no se sientan solas y que salgan a la luz para decir "yo también soy chef".

*'La receta de la larga vida' al final de esta entrevista. ¡No te la pierdas!

-Te hiciste cargo de Club Allard hace un año. ¿Qué balance haces?
-Despido un año muy duro y emotivo en el que hemos consolidado las dos estrellas Michelín, lo que supone un triunfo total. He trabajado mucho pero me levanto y me acuesto con esta sonrisa. Y ahora soy la única chef en Madrid con este reconocimiento.

-Tu vida no ha sido fácil. ¿Te sientes una Cenicienta?
-Ha sido una vida muy difícil aunque es la historia más bonita del mundo. No es fácil ser inmigrante, pero caí en el sitio preciso. Vine a ganarme la vida honradamente y me he ido superando con las oportunidades. Ahora es una maravilla lo que me está pasando.

-Diego Guerrero te dio una oportunidad. ¿Qué significa para ti?
-Ha sido mi maestro. Le deseo lo mejor del mundo y le recuerdo con mucho cariño.

-Con siete u ocho años ya trabajabas. ¿Se han cumplido tus sueños?
-No recuerdo haber jugado con cacharritos o muñecas ya que me gustaban más los fogones. Lo llevaba en la sangre y, cuando vine a España, lo único que traía eran las ganas de convertirme en una gran cocinera. Tras la lucha, lo he conseguido, así que ha valido la pena.

-Tienes tres hijos y has luchado mucho para que estén a tu lado. ¿Qué dicen ahora?
-Sienten un gran orgullo porque hoy se dan cuenta de que haberlos dejado al principio en Santo Domingo ha servido para lograr esto. No me da vergüenza decir que mis hijos no tienen papá y siempre he sido madre y padre. Tuve que pelear e ir a juicios para tenerlos conmigo. 

-¿Alguno quiere seguir tus pasos?
-Julio, el mayor, ahora está en EE UU. Paula apunta maneras para la pastelería. Y su mellizo, José, también es cocinillas.

-Tienes sólo 31 años. ¿Dónde quieres llegar?
-Mi objetivo es tener tres estrellas Michelín, espero no defraudar.

Ingredientes  (4 personas)
• 1 cebolla grande
• 1 puerro
• 2 zanahorias
• 5 dientes de ajo negro
• 50 ml de aceite ecológico
• 400 g de leche de coco
• 2 g de sal marina
• 3 zanahorias baby
• 5 mini mazorcas de maíz
• 3 minicalabacines
• 4 hojas de berza
• 4 flores capuchina
• 3 g de moringa (planta de la larga vida)

PASO 1
Lavar las verduras. Después, cortar en brunoise (en dados pequeños y del mismo tamaño) la cebolla, el puerro, las zanahorias, los cinco dientes de ajo negro y las hojas de berza.

PASO 2
Pochar a fuego medio con el aceite ecológico durante tres minutos. A continuación, añadir la leche coco y cocer otros cinco minutos a fuego suave. Salar. Triturar, colar por un chino fino y reservar.