Sandra Cervera: "En 'El secreto de Puente Viejo' hago un homenaje a mis dos abuelas"

Desde niña jugaba con sus hermanos a actuar y a cantar, así que no es extraño que Sandra Cervera encaminara sus pasos a la interpretación. Comenzó como animadora infantil hasta que se hizo un hueco en la radio y la televisión de Valencia, su tierra, para después probar suerte en Madrid. No ha parado y, ahora, con 29 años y después de una década de trabajo, triunfa en la serie 'El secreto de Puente Viejo' (Antena 3) y se adentra en la producción con Beniwood Producciones. Y todo ello sin dejar a un lado su pasión por la música y sus muchas colaboraciones solidarias.

-Desde 2011 das vida a Emilia Ulloa en 'El secreto de Puente Viejo'. ¿Qué balance haces?
-Absolutamente positivo de aprendizaje personal y profesional. He aprendido a valorar lo que conlleva una serie diaria porque a veces se habla de ellas desde un punto de vista despectivo. Supone un trabajo y una constancia muy grandes.

-¿Estar tanto tiempo en la piel del mismo personaje llega a cansar?
-Imagino que depende del actor y del temor al encasillamiento. Si intentas en cada escena buscar algo nuevo y entiendes la interpretación como hacer diferente cada momento, nunca me cansaré del personaje.

-Este personaje empieza de joven y la trama sigue con 20 años más. ¿Cuesta adaptarse?
-Ha sido un cambio radical y me imponía hacer un personaje tan alejado de mi edad, pero desde la mayor humildad digo que me he dado cuenta de que tengo las armas interpretativas para afrontarlo. Es una experiencia increíble y un reto.

-¿Cómo te ves caracterizada con 20 años más?
-Parezco una mezcla entre mi abuela Amparo y mi abuela Pilar. He intentado coger cosas de ambas, que en paz descansen. Las risas, acabar una conversación medio sonriendo o tararear eran gestos de mi abuela Amparo, y la pose y la actitud de señora eran de mi abuela Pilar. Intento basarme en ellas y así me sigo viendo cercana a las dos. Es un homenaje a mis dos matriarcas.

-En la serie eres madre de María (la actriz Loreto Mauleón), que tiene 26 años en la vida real.
-Es como un juego más de la interpretación. Las dos hemos hecho un tándem perfecto y nuestra actitud fuera del plató sigue siendo a veces de madre y de hija. Es maravilloso una interpretación tan de verdad cuando está tan alejada de mi edad.

-Estás casada y con una hija en la ficción. ¿Y en la realidad?
-Mi corazón es una auténtica montaña rusa. La maternidad me la planteo porque sé que soy una madre en potencia.

-Empezaste como animadora infantil en bodas y comuniones, has hecho radio, cantas... ¿Te ha costado abrirte camino?
-Mi visión de las carreras es un tanto peculiar, soy creativa y artista y lo que quiero es contar historias y hacerlo de la mejor manera posible. Si la vida me ha llevado por las animaciones infantiles para llegar a final de mes o pagarme unos cursos, lo he hecho.

-En tu familia no había antecedentes de artistas. ¿Te ha costado que lo aceptaran?
-No, nadie en casa se ha dedicado a esto pero sí se han nutrido de hacer teatro o playbacks caseros y de las películas. Me he criado con cientos de cintas de VHS y queriendo declamar, recitar... Somos familia numerosa y había un punto de show con lo que era imposible aburrirse. Fue haciendo poso y desde niña me veía en un escenario.

-Estabas asentada en Valencia cuando decidiste dejarlo todo e instalarte en Madrid.
-Pensé que Madrid era la jungla y me parecía imposible que me llegara esta oportunidad. Me ofrecieron una prueba para 'Los 40 Principales', lo dejé todo y me arriesgué. Cuando vi a gente como Pablo Puyol, Adrián Lastra y otros que reconocía de 'O. T.' pensé que no saldría, pero lo conseguí y no me ha ido mal.

-¿Cuáles son tus referentes?
-Admiro a actores, directores, escritores..., pero también familiares o dependientas que me han inspirado. De la interpretación, si tuviera que elegir, me quedaría con Meryl Streep.

-Además, eres productora y estás preparando una película.
-Creo que hay que ser creativo y emprendedor. Beniwood Producciones es una productora con compañeros maravillosos. Empezamos muy jóvenes haciendo cortos y ahora tenemos un gran proyecto. Hay un guión de Alberto Evangelio y estamos en negociaciones. Además de estar delante de la cámara, siempre formo parte del equipo como 'coach' y en dirección de 'casting'.

-También participas en muchos proyectos solidarios.
-Tengo muchas inquietudes y desde muy joven he colaborado en ONG como Horizontes Abiertos, donde mi hermana pequeña está inmersa y en la que se acoge a niños hasta los tres años que viven en prisión. También me implico con el
alzheimer, porque mi padre está enfermo desde muy joven.

-Tener cerca a una persona enferma puede servirte para ayudar a otros, ¿no?
-Procuro no personalizar e intento transmitir que uno nunca está solo en esta lucha. Es una enfermedad dura y cruel que te roba la vida y los recuerdos. La madre de mi padre también lo ha padecido, así que el dolor es doble. Pero soy muy positiva.

-¿Cuáles son tus metas?
-Todas y ninguna. Mi sueño es seguir viviendo de lo que me gusta. Tengo aspiraciones de ser cada día mejor actriz y mejor mujer. Todo lo demás, si llega, lo aprovecharé y trabajaré duro.

Sandra confiesa que con 16 o 17 años tuvo claro que ser actriz es lo que la hacía feliz. Cuando no trabaja, sigue quedando con sus amigas de siempre y asegura que "llevo una vida muy normal, salgo a correr, veo películas, leo lo máximo posible y canto de vez en cuando en una sala de conciertos de Madrid para quitarme el gusanillo".