La capilla ardiente del duque de Calabria se ha instalado en el Monasterio de El Escorial y hasta allí han llegado su mujer, Ana de Orleans, sus cinco hijos -Pedro, María Paloma, Victoria, Inés María y Cristina-, sus nietos y amigos muy allegados. También han estado presentes don Juan Carlos, primo del fallecido, doña Sofía, la infanta Elena, Alfonso de Borbón y un sinfín de personas más.