Permítete gozar
Una mujer sin prejuicios ni tabúes, que actúa libremente en la relación, tiene muchas más posibilidades de alcanzar el orgasmo.
Prueba nuevas posturas
Misionero, de lado, por detrás, sentados, en cuclillas… Para dar con las posturas con las que te sientes más a gusto y con las que alcanzas el clímax, tienes que probar y probar.
Dile lo que quieres
El sexo oral es una de las prácticas más placenteras que existen, pero este placer se incrementa si es mutuo. La clave es dar y recibir. Además, es un arte que mejora con la práctica.
Aprende de lo que hacen otros
¿Mecanismo de procreación, placer, relax, demostración de amor, exaltación espiritual o cruce de energías? ¿Qué es para ti el sexo? Puede que hace tiempo que lo tengas muy claro, pero no está de más indagar y aprender de otras culturas.
Juega y provoca
Zambullirte en un sex shop impone un poco por el tamaño de los instrumentos de placer que puedes encontrar. Sin embargo, muchos sexólogos recomiendan el uso de juguetes eróticos a mujeres con anorgasmia o vaginismo y a parejas cuya relación está en punto muerto.
Diferencia entre amor y sexo
Sexo con amor o sexo sin amor. Cualquiera de estas formas de pensar es muy válida. Además, no se trata en ningún momento de dos posturas enfrentadas, sino de dos actitudes perfectamente compatibles en diferentes etapas y momentos de la vida de una mujer.
Mira y déjale mirar
Si tú sabes dónde tocarte para potenciar el placer, qué mejor lección que dejar a tu pareja que te mire mientras lo haces. Anímale a que él haga lo mismo.
Haz realidad tus fantasías más secretas
A un 68% de los españoles les gusta fantasear, sobre todo, con practicar sexo en lugares no habituales. Anímate a compartir tu sueño. La imaginación al servicio del sexo es enriquecedora para la pareja.
Trata de sorprenderle
Contempla la idea de, por ejemplo, vivir una maratón sexual. Se trata de que reserves 48 horas en exclusiva para tu pareja y planees con él algo especial.
Busca nuevos lugares
La cama es el lugar preferido por los españoles para hacer el amor pero, como en la variedad está el gusto, no viene mal cambiar de escenario de vez en cuando.