La solución más habitual son los abuelos, imprescindibles en muchos hogares. Si están contigo o con los abuelos, convierte el verano en una oportunidad para disfrutar sin estrés.
En casa tiene muchas diversiones. Durante las vacaciones y en las horas que tú estás trabajando, puedes ser más permisiva con el uso de los medios tecnológicos. Internet, videojuegos o televisión no suponen problema mientras tengas bajo control los contenidos y no interfieran en el resto de sus actividades. Ahora puedes abrir un poco más la mano.
Actividades en la ciudad. Los campamentos de día y las piscinas son una magnífica opción.
Los fines de semana fuera de la ciudad. Ahora que los días son largos y el lunes no hay que volver al cole es el momento de las excursiones familiares disfrutando de la naturaleza. Por otra parte, también encontrarás multitud de fiestas patronales y ferias veraniegas donde podéis pasarlo estupendamente por poco dinero y a unas distancias muy próximas a tu localidad.