Hoy por hoy, veinte de cada cien varones entre 18 y 25 años sufre alopecia y casi la mitad de los mayores de 35 padece un “adelgazamiento del cabello”. Puede decirse que alrededor del 60% de los jóvenes tiene alta predisposición a padecer alopecia. Las cifras surgen de un test genético tras analizar el perfil de más de 1.000 personas de toda España.
Como era de esperar, los varones tienen un mayor riesgo de tener calvicie común, con cifras que llegan incluso al 89%; pero el 16% de las mujeres también tiene un alto riesgo de problemas de caída del cabello. Otra de las conclusiones es que los castellano-leoneses son los más propensos a la pérdida de pelo. Las mujeres de esta región tienen un riesgo del 33%, mientras que la media nacional femenina se encuentra en el 16%. En lo que se refiere a los hombres de Castilla y León, el porcentaje de riesgo alcanza a casi la totalidad de la población masculina. Por el contrario, los hombres gallegos y las mujeres de Aragón, Cantabria, La Rioja y Navarra son los que tienen un riesgo menor.
Por épocas
La caída tiene sus épocas. Tras el vigor del verano, empieza una caída paulatina en el otoño y en el invierno. Es caída estacional. Aunque el problema no está en que el cabello se caiga, sino en que no crezca posteriormente. Por eso, lo importante es que exista equilibrio entre el que cae y el que nace. No obstante hay algunos tipos de alopecia ajenos al calendario y que, por eso, necesitan tratamiento.
Cinco millones
El pelo parece un gran desconocido. Nuestro cuerpo, prácticamente en su totalidad, está cubierto por pelo, si exceptuamos las plantas, las palmas y los labios. La caída de 100 pelos diarios está dentro de lo normal. Por término medio, cada uno de nosotros tiene cinco millones de pelos repartidos desigualmente. Cada uno de ellos está implantado en la piel, dentro de una bolsita que se llama folículo. Cada folículo tiene una glándula sebácea encargada de engrasarlo y de darle impermeabilidad.
LAS FASES DEL CRECIMIENTO DEL PELO
El pelo pasa por tres fases:
1. Anagen: Es la fase de crecimiento. En esta situación está el 90% del cabello.
2. Telogen: A esta fase se llega cuando el crecimiento se detiene. Así está de forma continua un 6% de nuestro pelo.
3. Catagen: Y por último nos encontramos con la fase de recambio. Aparece por debajo del anterior un nuevo pelo que empuja al que ya está parado. Cae y el nuevo, que está debajo, inicia su ascensión. En esta etapa está el resto de nuestro pelo. Por eso se dice que es normal que haya una caída permanente, fisiológica, de recambio, que es de unos 100 pelos diarios.
MITOS SOBRE LA CAÍDA
A la caída del cabello se la ha rodeado siempre de una serie de creencias que no tienen la más mínima base científica. Por ejemplo, la longitud del cabello no influye en su caída. Lo que ocurre es que un cabello largo se ve más que uno corto. Tampoco el lavado frecuente influye. El pelo que se cae al lavarlo es porque estaba destinado a caerse. Tampoco el uso de gomina, laca u otros productos acelera la caída. Suelen ser inocuos para el cabello y en muchas ocasiones llegan a protegerlo. El uso de gorras o sombreros no sólo no es nocivo sino que en ciertas ocasiones se hace necesario para evitar la radiación solar. Hay también una serie de creencias que no tienen relación alguna con la ciencia. Una de ellas es la que identifica alopecia con masculinidad. Tampoco es cierto que afeitar con frecuencia el cuero cabelludo haga aparecer un pelo más fuerte.
TIENE TRATAMIENTO
Los especialistas sostienen que la alopecia tiene tratamiento. En primer lugar, médico y, en segundo, quirúrgico. En cualquier caso, “ante todo hay que estudiar la causa y, si procede, actuar sobre la misma antes que sobre la alopecia en sí”. Pero en manos del experto y no con “productos milagro”.