Te has descuidado este invierno y ahora te sientes hinchada y con pesadez de estómago, además de con algún kilo de más? No te preocupes, te damos la mejor solución. No te proponemos una dieta, sino algo tan sencillo como empezar a cuidarte y cuidar tu alimentación para encontrar el bienestar intestinal. Te sentirás ligera y llena de energía para afrontar la primavera como debe ser, con muchas ganas e ilusión.
¿La fórmula mágica? Aliarte con probióticos y prebióticos, llevar una dieta variada y saludable y hacer un poco de ejercicio.
Probióticos
Si te has abandonado estos meses y castigado tu estómago, apuesta por los probióticos, con bacterias que ayudan a reforzar el sistema inmunológico –a menudo debilitado en invierno por el estrés, los catarros y una alimentación incorrecta–, repoblar la flora intestinal y restablecer su equilibrio. El resultado lo notarás enseguida: mejora el tránsito intestinal y lo regula, diciéndole adiós al estreñimiento o a la diarrea asociada al uso de antibióticos o por infección; reduce la sensación de pesadez, hinchazón y acidez de estómago y los incómodos gases. Encontrarás este apoyo en yogures, leches fermentadas y zumos con leche fermentada y cultivo de bacterias.
Prebióticos
Éstos estimulan el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas en el colon –al igual que los probióticos–, equilibran la flora intestinal e incrementan la resistencia a infecciones gastrointestinales. Además, también estimulan la absorción de minerales y la mineralización ósea. Fuente de prebiótico son la soja, ajo, puerro, alcachofa, espárragos, avena, remolacha, miel y plátanos.
Son muy cómodos y completos los preparados de probióticos con fibra prebiótica, que puedes encontrar en farmacia y parafarmacia. Te servirán de complemento perfecto a una dieta equilibrada.