Verónica y Geno, dos luchadoras
Verónica, que ahora vive en Los Ángeles, vio cómo se cerraban varias puertas tras su paso por el programa. Por ello, cogió la maleta y para probar suerte fuera de nuestras fronteras.
Geno, la primera expulsada, también ha contado su historia. "Los tres primeros años todo era de color de rosa, pero luego vino lo difícil. Se acabó el contrato y profesionalmente me costó más todo. Ser de 'OT' me benefició en ocasiones, pero hay que demostrar que vales. Tuve un momento de crisis, yo tocaba puertas y al ser triunfita me las cerraban. Sufrí un desamor con la música, toqué fondo. Estar abajo después de estar tan alto te hace ser humilde. Resurgí y luché porque esto es lo mío", explicó.
La canaria también hizo autocrítica ya que aseguró que una vez dentro de la Academia perdió el hilo: "No estaba al 100%, no llevé bien el control de las cámaras y la presión del programa. Cuando veo las imágenes me veo muy niña, muy ingenua, como me dijo una vez Rocío Jurado. No me dio tiempo a demostrar nada, tenía un ritmo de aprendizaje más lento".