Los 61 años de Rosa Benito

Una de las dificultades a las que tuvo que enfrentarse Rosa tras su divorcio fueron las deudas. Benito explicó en 'Sálvame' que la situación era insostenible y ella era la única que se estaba haciendo cargo de los gastos.

Al parecer, Rosa se hizo cargo de las deudas que acumuló su marido, quien desde la muerte de Rocío, de quien era representante, prácticamente no había vuelto a trabajar. Aunque pasaba la mayor parte del tiempo en su pueblo natal de Chipiona, Cádiz, su ritmo de vida ocasionó gastos elevados que tuvo que asumir Rosa.

La que fuera cuñada de Rocío Jurado vivió siempre a la sombra de la cantante y de su propio marido. Durante la vida y la enfermedad de Rocío, fue la compañera discreta y silenciosa que viajó con su cuñada a Houston (EE.UU.) y permaneció junto a ella para ayudarla siempre que hizo falta.

Por eso, tras su separación de Amador, Rosa tuvo que luchar por hacerse un hueco como ella misma y no la representante de su familia política.

El mayor salto a la fama (y transformación física) de Rosa llegó con 'Supervivientes'. Convertida en una mujer independiente, mucho más segura de sí misma, como ella misma confesó, empezó a ser el eje de la familia Mohedano-Benito, aunque con su transformación personal vino el declive de su unión con Amador.

"Una vez que Rosa se convirtió en una estrella televisiva ganando Supervivientes, me abandonó como un perro porque entendió que podía tirar sola", dijo él.

Tras sentirse abandonada por el público y sin contar con todo el apoyo que ella necesitaba por parte de sus compañeros, Benito decidió abandonar la televisión y 'Sálvame'. ''Llevo varios días que no duermo bien. Mi mente está en otro sitio. Hay días que vengo apagada, porque quizás tengo otros problemas. No puedo hablar de ello, pero los que estamos aquí lo conocemos'', explicaba cabizbaja y seria la colaboradora en 'Sálvame'.

Pero, ¿cómo afronta Rosa sus 61 años? Ejercer de ama de casa, ir a fiestas con sus amigas y hacer bolos con su hija. Esto es a lo que se dedica desde que la "despidieron" de 'Sálvame'.

Alejada definitivamente de la televisión, aunque tiene algunos proyectos en mente, Rosa ejerce de ama de casa, de abuela entregada, queda con sus amigas y vive tranquila, sin los sobresaltos diarios de un programa en directo de cuatro horas en el que llevaba mucho tiempo sin sonreír: "Si trabajo en la tele es por necesidad", dijo en alguna ocasión. Y continuó: "Pero soy de esas personas que se levantan a las seis de la mañana y si les tocara la lotería no volverían a trabajar".