Unas arritmias que no cesaban
Tras beber agua y mojarse la cabeza, Jesulín no conseguía sofocar su malestar: unas arritmias que no cesaban, lo que hizo que acudiera al médico de la plaza, ante lo que el creía que era un golpe de calor.
Una vez allí, el médico le recomendó que acudiera al hospital, lo que hizo que el diestro abandonara el ruedo en una ambulancia y entre abucheos y pitos del público, molesto por el abandono de Jesulín.