Pasar un dia en la playa tiene muchas cosas positivas tanto para el cuerpo como para el alma. Tanto la brisa del mar, como el sol, el agua y la arena aportan muchas ventajas para la salud.
Estar en la playa te hace sentir feliz y eso se debe a que la brisa marina y la ionización negativa provoca un aumento de la serotonina, que es la hormona de la felicidad. Además la brisa también favorece una mayor oxigenación del organismo y por ello también mejora la circulación sanguínea, por lo que puedes sentirte más despierta, más viva y más optimista después de un día de playa.
El agua de mar está cargada de sales minerales como sodio, magnesio, zinc, potasio, yodo y esta riqueza de minerales ayuda a la regeneración de la piel, por eso es una herramienta para luchar contra las arrugas, también suaviza las dermatitis, aporta antioxidantes y es bactericida.
Otra de las ventajas de ir a la playa es la posibilidad de realizarte un tratamiento corporal a base de exfoliación y drenajes. Lo puedes hacer con una mezcla de arena de playa y agua que te servirá para exfoliar tu piel haciendo movimientos suave en círculo. Después aclara con agua salada y ponte unas algas en los tobillos y rodillas, dejándolas reposar unos 30 minutos. Las algas tienen un alto poder drenante y si las colocas en esas zonas ayudarás a la eliminación de toxinas que se suelen quedar acumuladas.
Para terminar, coloca la espalda al mar y deja que las olas golpeen suavemente tus pantorrillas para seguir drenando y eliminando líquidos.
Después de estar tanto tiempo confinadas, un aporte extra de vitamina D es lo mejor que te puede pasar, pero ojo, no tomes el sol sin protección en las horas centrales del día.
Ahora ya sabes cómo puedes sacarle más partido a un día de sol, arena, agua y las incómodas algas.
* Cuca Miquel es coach de belleza en Todo en belleza.