Rosina rechaza la propuesta de noviazgo de Ignacio y se cita con Liberto para comunicarle que se marcha de Acacias, ya que no puede perdonarle y necesita ordenar sus pensamientos:
“Si volviera ahora contigo me estaría engañando a mí misma y también a ti, te daría esperanzas de algo que no sé si ocurrirá algún día. No te guardo rencor, pero me fallaste”. El hombre,que no quiere perder a su esposa,trama un plan con el objetivo deque se quede. Organiza un evento en el restaurante para mostrarle su arrepentimiento, pero la mujer huye despavorida
El hombre, que no quiere perder a su esposa, trama un plan con el objetivo de que se quede. Organiza un evento en el restaurante para mostrarle su arrepentimiento, pero la mujer huye despavorida
Ajenos a todo, los Pasamar recuerdan en el calor de su hogar el trágico suceso en Valdeza que provocó que Camino perdiera la voz.
La joven fue forzada y quedó traumatizada. “Si hubiéramos sabido lo que el destino nos tenía guardado… Qué injusto”, comenta una triste Felicia.
Este no es el único problema al que deberá hacer frente la familia. Con la llegada de Ledesema, Emilio se verá obligado a ceder al chantaje al que le tiene sometido desde hace años y casarse con su hija Angelines.
Cuando Cinta conoce la noticia, promete a su novio que lo ayudará a romper su compromiso y si no les queda otra opción, se fugarán juntos: “Sé que no la amas y si haces lo que ese maldito te pide, convertirás tu vida en un infierno. No puedes echarlo todo a perder”.
Mientras Alfredo le da una última oportunidad a Marcia para que descubra las maquinaciones de su jefe contra él, Genoveva confiesa a Felipe el secreto mejor guardado de su esposo: “Le gustan los hombres y ha intentado ocultarlo de cualquier forma, si esto se supiera sería su fin. Debemos acusarlo ante la justicia por sus inclinaciones”.
Además, le explica su idea para terminar con él: “Nuestra salvación es encontrar a Eladio, su amante, y que testifique en el juicio”. Sin embargo, cuando la pareja se comunica con el muchacho, este se niega.
Por otra parte, Ramón consigue recomprar la mantequería con un adelanto que le han dado en la compañía de seguros gracias a sus primeras inversiones. Cuando Lolita se entera, lo pregona por todo el vecindario: “Por una vez están saliéndonos las cosas bien. Ya era hora de alguna alegría”.
Acto seguido, Palacios habla con Carmen y le propone retomar los preparativos de su boda: “Hemos pospuesto nuestra felicidad por ocuparnos de los demás. Seamos egoístas y pensemos en nosotros por un momento”.
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