Luisita empieza a sentir envidia porque a Amelia le salen más oportunidades laborales que ella. “Ahora la han seleccionado para ser la primera vedete en una revista. Y a mí, después del anuncio, nadie me ha llamado”, se queja a Manolita.
El cierre de la revista lleva a sus empleados a buscarse la vida y Álvaro, convencido de sus dotes cómicas, intenta que Benigna le dé una oportunidad para presentar un monólogo suyo en el King’s: “Solo será una noche, ¿Qué te cuesta? No pierdes nada”.
Mientras, Sebas sigue desconfiando de Pastora y, aunque al principio lo había dejado pasar, ahora está dispuesto a tomar medidas para saber que está ocurriendo. “¿Crees que está siéndome infiel?”, pregunta a Marce.
Tampoco Rocío está muy animada pues su exposición no ha cumplido con las expectativas y la cierran por falta de público.
Desde hace días, Manolita se queja de dolor de cabeza y Pelayo le plantea la posibilidad de que no vea bien. “He notado que frunces mucho el ceño”, comenta. Ya en casa, la someten a una improvisada prueba frente a la televisión.
A la mañana siguiente, Quintero se despierta confundido: ha tenido un sueño erótico con Silvia.
En él, recreaban la escena subida de tono de la película El cartero siempre llama dos veces en la que los actores Jack Nicholson y Jessica Lange hacían el amor en la cocina.
Tras conocer la verdad sobre su madre, Mónica se siente traicionada por su familia y se va.
Carlos, sintiéndose entre culpable y preocupado, llama a la radio para denunciar su desaparición.
Por fin, llega la ansiada oportunidad de Luisita para continuar en el mundo del espectáculo, aunque no es lo que esperaba: participar en un concurso imitando a Florinda
Rebuscando en la habitación de Mónica, los De la Vega descubren que se carteaba con un desconocido y piensan que puede estar con él. Están en lo cierto.
La estudiante se ha reunido con Diego, un chico que cuida una caballeriza y que la ha embaucado. Desconoce que desde la primera carta ha estado mintiendo sobre su identidad.
Después del sueño, Quintero se ha quedado turbado y se lo comenta a Benigna, que insiste. “Es una señal”, asegura.
En unas horas, Diego se gana la confianza de Mónica y la convence de lo bien que estará con él: “Tranquila aquí nadie va a molestarte”. No obstante, cuando ella va a dar un paseo, él se reúne con su novia para celebrar que están cada vez más cerca de sacar dinero a “su invitada”.
Ni Carolina ni Nieves superan el cierre de la ¡Hasta Luego!, pero al menos la segunda se pone a trabajar como mujer anuncio de El Cascabel. “¿Qué mal hago? Necesito dinero”, se justifica ante Miguel cuando le recrimina estar haciendo propaganda de la competencia de El Asturiano. Luego, comentan que Álvaro ha editado un fanzine. “Sabía que no renunciará a su sueño. Jamás se da por vencido”, asegura su exnovia.
Gracias a Natalia, localizan una pista para dar con el paradero de Mónica: “Tenemos que ir a por ella antes de que sea demasiado tarde”. Por suerte, llegan a tiempo, dejando en evidencia al joven estafador.
Manolita quiere ayudar a Sebas y pregunta a Jesús por qué Pastora queda con tantos hombres. “Estáis muy confundidos. Nada que ver con una traición”, aclara para defenderla, pero ni ella ni Marcelino creen su versión.
Finalmente, Luisita percibe cierto machismo en el concurso de imitaciones en el que la invitaban a participar y se retracta. “Ya vendrán otra oportunidad mejor”, concluye segura.
Para sorpresa y disgusto de Gabriel, Carlos y Mónica se reconcilian y deciden hacer un viaje juntos a Dublín. “¡Esto es demasiado! No voy a permitirlo, acabaré con mi hermano para siempre”, piensa. Casi al mismo tiempo, Ascensión se entera de la implicación de su primogénito en el robo del hotel.
El juicio de Alfonso es inminente y todo apunta a que, además, no será el único acusado en el caso de la estafa.
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