Víctor Sevilla, Ángel Montilla de ‘Amar es para siempre’: “Ángel es todo un homenaje a El Cordobés”

Los guionistas le pusieron a este torero como referente para interpretar a un maletilla en los años sesenta pero el actor quería meterse más a fondo en el papel y Óscar Higares le ha enseñado a coger el capote

 

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Víctor Sevilla transmite energía y debe enerla porque cuenta que el primer día de grabación de Amar es para siempre acabó en una ambulancia: “Era en el campo y tenía que correr. Repetimos varias veces, hasta que me caí para atrás. Yo rogaba seguir para que no creyeran que era un flojo”. Nadie lo pensó y Ángel Montilla sigue formando parte de una de las tramas más importantes de la temporada.

¿Qué destacas de tu personaje?

Su lucha por convertirse en figura del toreo en 1964. Ángel es un homenaje a El Cordobés y a suscomienzos, según comentó el guionista de la novela, Tirso Calero, en el FesTVal de Vitoria.

¿Te atrae el mundo de los toros?

Ni me va ni me viene. Tampoco lo conocía. Lo que pasa es soy un actor muy visceral y pasional y me implico al cien por cien en lo que hago. Si hay que aprender a torear, se aprende. Tengo que agradecer el cariño y la amistad que me ha brindado Óscar Higares, que se ha volcado en enseñarme de forma altruista.

¿Tú soñabas con ser actor?

Siendo muy pequeño ya me subía a la marquesina de la plaza del pueblo de mis abuelos, en Cuenca, y me desnudaba al ritmo de Nueve semanas y media [risas]. Mi caso fue el de la canción Mamá, quiero ser artista, de Concha Velasco, con quien tuve la suerte de trabajar en la obra de teatro La vida por delante.

Te diste a conocer en la serie Vive cantando, de Antena 3.

Guardo mucho cariño a mi personaje, Jeco, un chaval de 20 años bastante tarambana.

Con él se acabó el anonimato…

Empezaron a reconocerme por la calle. Nuestro trabajo tiene ese punto mediático y es normal. Además, la fama está más en la cabeza de cada uno y salir en televisión no te concede placeres especiales. Ahora me gritan: “Olé, torero”. Me parece gracioso.

¿Vives de tu vocación?

Sí. Después de esta serie rodé la película Ahora o nunca, con Dani Rovira y María Valverde. Sin embargo, estuve siete meses sin trabajar hasta que llegó Amar…

¿Es difícil conseguir un papel?

Mucho. Hace poco leí que el ochenta por ciento de los actores están en paro y, aunque no quiero meterme en exceso en el tema, considero que nuestra profesión ha sido bastante maltratada: un IVA excesivo, cierre de teatros, salas de cine y productoras…

¿Tienes un ‘plan B’, por si acaso?

Yo voy a luchar por ser actor toda mi vida. Ojalá que cuando sea muy mayor y mire hacia atrás 
vea una bonita carrera a mis espaldas. Aun así, también tengo el título de instructor de buceo.

¿Qué otras aficiones tienes?

Amo a los animales y tengo dos perros (Lucas y Julita) y un gato (Yeyé), a los que dedico gran parte de mi tiempo. Practico deporte: corro, hago yoga y juego a los bolos con mis amigos. No soy de salir por la noche, prefiero el aperitivo aunque se alargue.

¿Te gusta el fútbol?

Mucho. Soy del Rayo Vallecano y en cuanto puedo voy al campo, a veces, con Javier Mora, que interpreta a mi padre, Eladio, en Amar… Para mí ha sido un descubrimiento: generoso, auténtico… Me da buenos consejos.

He leído que apuntas sentimientos en servilletas. ¡Qué romántico!

[Risas] Ahora lo hago en los espejos. Son frases del tipo: “Quédate con quien comparte sus alegrías y no sus penas” o “Fuerza y relativiza”. Puede parecer absurdo, pero a mi me motiva leerlas para afrontar el día a día.

¿Has podido, como deseabas, pagar unas vacaciones a tus padres?

Sí, pero tengo un nuevo objetivo: comprarles una casita donde ellos quieran. Si consigo eso, sería maravilloso.

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