La chica de la Cruz Roja

Antes de dejar Madrid, Yuste quiere vengarse de quienes lo acusaron y se ensaña con los de El Asturiano. Luego es Nuria la que tiene un enfrentamiento con el policía.

Nuria esta vez no se amedranta y mirándole fíjamente dice: “Te llevaré a los tribunales si es necesario”. La respuesta de Yuste no se hace esperar.

El policía ataca a la joven, dándole igual que sea una mujer mucho más débil que él. Por suerte, llega alguien que le hace desistir.

Por casualidad, Jaime ha llegado a tiempo de que el ataque llegue a más y se lleva a Nuria a casa. “Tranquila, esto no va a quedar así”, dice.

Por su parte, Rafael pide ayuda a Valderrama para recuperar su cuaderno de viaje. “Lo haré. Creo saber quién lo tiene…”, dice y va a buscar a Maroto a la fábrica, consiguiendo que se lo dé.

Mientras que Fiona y Henar insisten a Alba para que les cuente si está enamorada, Loppard exige a María que vaya con Gonzalo a la gala de Miss Madrid, impidiendo que acaben su falso noviazgo.

De forma desinteresada, Marta se presta a colaborar con su suegra en la campaña de Cruz Roja de donación. Sin embargo, su ofrecimiento esconde un interés: conseguir una muestra de la sangre de Rafael.

Orgulloso del gesto de su mujer, y sin saber que esconde algo, Alonso se acerca a Marta y le agradece que se haya volcado con la causa y haya dejado atrás sus problemas con su madre.

El día de la Cruz Roja es un éxito. Después de donar, todos se acercan a la parroquia para tomar un tentempié preparado por Ana María. La mujer esta feliz con el éxito de la convocatoria.

Sin esfuerzo, Marta logra su objetivo y convence a Alba para que anime a Rafael a donar. “Tenemos que apoyar todos. Es un ocasión única e importante”, asegura.

Entre tanto, Marcelino revela a Benigna que Ricardo es El carnicero de Aluche. “Compartió celda con Jaime varios años”, afirma. 
Mientras, Pelayo se convierte en su confidente.

El exconvicto nota miradas incómodas y se marcha molesto del bar. Sin embargo, arrepentidos, los Gómez acaban ofreciéndole un trabajo de camarero.

Sin esperarlo, Haussman obliga a Alonso prescindir de los servicios de Quintero: “Es un abogado de la vieja escuela. Necesitamos un bufete más moderno”.

Rosalía confiesa al padre Argimiro que aceptará de nuevo a Félix en casa “por el bien de sus hijos”. En ese momento, el cura aprovecha para pedirle que se centre en alejar a Nuria y Jaime. 

Quien está feliz ejerciendo de librero es Benito. Al colocar el local, halla un escondite que tenía la antigua dueña, Elena Lucendo. “Tengo que averiguar para qué lo usaba”, se propone y, más tarde, lo comenta con su mujer.

Poco depués, Benito recibe un misterioso paquete a nombre de Lucendo. Al abrirlo, se asusta pues contiene libros prohibidos por el Régimen: “No hay duda de en qué bando estaba esta mujer…”.

Por otro lado, Valderrama ruega a Benito que el local continúe estando a favor de “la causa”, pero este se niega: “Es peligroso”. No obstante, acepta otra propuesta que le hace Nuria: “Un periodista quiere escribir un libro con historias como la tuya”.

Aunque ya sospechaba que había algo detrás, Alonso descubre que Marta tiene una doble intención al ser voluntaria de la Cruz Roja:“Solo querías ver a Rafael”. Molesto, decide quitarle el proyecto de las secadoras.

En el King's Club, Martín Pallarés marca distancias con María, pues se siente traicionado. El ha dado todo a la chica y ella sigue con Gonzalo. No han podido romper pues los padres de él han anunciado su visita.

Al día siguiente, se inaugura la librería y todos brindan por un futuro lleno de éxitos. Los vecinos confían en que va a salir todo bien.

Benioto acepta una propuesta que le hace Nuria: “Un periodista quiere escribir un libro con historias como la tuya”. Luego, pide consejo a Pelayo, que le anima.

Pero la idea de que su marido cuente sus vivencias en un libro disgusta a Benigna: “Al final nos metemos en un lío. Piensa quién manda en este país”.

Fuen es testigo del desencuentro entre Benito y Benigna y se disgusta. “Qué pena me da ver discutir a unos recién casados”, piensa.

Preocupado porque se le acaba el tiempo para conseguir inversores, Alonso se centra en el negocio y recurre a Félix: “Tú tienes bastantes contactos de la etapa anterior”.

Finalmente, los padres de Gonzalo llegan a Madrid, pero María está enfadada y no tiene humor para fingir que es la pareja del camarero.

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