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La reconciliación de Miralles
Tras conocer la enfermedad de Ibarra, Miralles se siente culpable por haber desconfiado de Antonio y no duda en disculparse por el comportamiento que ha tenido con él los últimos días.
¿La infidelidad de Antonio?
El matrimonio arregla las cosas sin imaginar que su hija Olga ha visto al médico en actitud cariñosa con la inspectora de régimen disciplinario.
Damián, el ex de Paty que la chantajea, pone una denuncia contra Max por agresión.
La chica, hundida y desesperada al ver cómo la situación empeora y que por las redes sociales circula una foto suya desnuda, ruega a su padre que pague el dinero que le piden.
En comisaría, el voluntario sigue encerrado en los calabozos como presunto autor de las violaciones ocurridas en el barrio y debe enfrentarse a otro revés cuando la policía le comunica que su nueva coartada, donde está involucrado Carlos, no se sostiene.
Como le exigió Quintero, Marcelino blanquea su dinero en paraísos fiscales.
Mayoral, que ve actitudes extrañas en su jefe, comienza a dudar de su honradez. Por eso, rebusca a escondidas entre sus pertenencias y descubre con asombro los turbios negocios del veterano abogado.
Elías investiga otro dato propiciado por Eugenio y, con la colaboración de Miralles, llega a la conclusión de que en contra de lo que creían en un principio la coartada era cierta.
La inspectora quiere ponerlo en libertad inmediatamente, pero Bremón se resiste a liberar al único sospechoso. Sin embargo, debe hacerlo cuando aparece otra víctima del violador de la máscara.
Por su parte, Alicia continúa con la investigación para esclarecer la muerte de su madre y ayudada por Laura averigua que desde su móvil personal se conectó a una red wifi de un lugar del que nunca ha oído hablar: Los Carrascales.
Más tarde, la joven inspectora reúne información sobre las actividades que allí se llevan a cabo y deduce que Carmen tenía un amante.
También María se lleva una desagradable sorpresa al conocer que el dueño de La Parra quiere vender el bar al mejor postor. En el banco se niegan a concederle un crédito y cuando ya da todo por perdido aparece Quintero: “Yo puedo prestarte el dinero”.
El entrometido periodista
Martín Díez sigue decidido a sacar provecho del caso del violador de la máscara y entrevista a Amalia, la madre de Lidia, su última víctima.
Las críticas que hace a la policía caen como un jarro de agua fría en comisaría y jefatura ordena a Bremón que aparte a Miralles.
Lola da su apoyo incondicional al comisario y, en un arrebato, acaban besándose.
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