“No te dejaré morir”

Cayetana se cansa de las argucias de su antigua criada y decide acabar con ella, por lo que Úrsula no tiene otra opción si quiere salvar su vida que proponerle un acuerdo: “Traicionaré a Mauro y Teresa”.

Ajeno a esto, Mauro regresa a Acacias  con la certeza de que Sotelo Ruz ha mentido con respecto a su viaje y cuando va a contárselo a su amada descubre que no está en la pensión.

Angustiado, inicia su búsqueda y, con ayuda de Felipe y Celia, la halla en los Jardines del Príncipe a punto de lanzarse al vacío.

“No permitiré que acabes con tu vida”, dice a la vez que agarra a la joven por la cintura para evitar que cometa una locura.

Los periódicos publican nuevas informaciones sobre el naufragio y los vecinos, especialmente Simón, se afligen al saber que no hay supervivientes.

Dispuesto a vengar la muerte de su amada, Gayarre da una paliza a Arturo, pero por suerte Liberto lo ve y puede detenerlo. “¡Vas a arrepentirte!”, grita el coronel antes de acudir a poner una denuncia pese a los ruegos de Susana.

Mauro por fin entra en casa de Cayetana y encuentra pruebas de que alguien ha estado secuestrado.

Para ese entonces, Dicenta se encuentra lejos de Acacias y moribunda a causa del veneno que ha ingerido.

Fabiana ayuda a su hija a trasladar el cuerpo, pero la culpa la atormenta. “No podemos abandonarla”, dice en vano ante la indiferencia de Sotelo Ruz.

Horas más tarde, regresa justo cuando el inspector está registrando su vivienda por petición de San Emeterio y niega tener relación con la sangre de su despacho.

Después de saber que Trini y Benito fueron novios, Palacios se obsesiona con parecer más joven y Liberto le recomienda que cambie de vestuario.

A pesar de que lo único que logra es hacer el ridículo delante de su esposa, no se rinde y acepta un nuevo plan de Séler: usar un postizo.

La maestra mejora su ánimo gracias a la compañía de Valverde , pero sigue rehuyendo a Mauro y es incapaz de creerle cuando afirma que están cerca de destruir a Cayetana.

Superado por la situación, San Emeterio se marcha sin que la maestra pueda evitarlo.