Una pareja feliz

Convertidos ya en marido y mujer, Dolores y Tiburcio se funden en un romántico beso aplaudido por los asistentes. Antena3. Del 19 al 23 de marzo. 17.30h

 

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Mientras en Puente Viejo Alfonso y Emilia buscan el mejor abogado para Nicolás, a quien la prensa califica de héroe por haber acabado con el despreciable Dos Caras...

En Murcia el general Pérez de Ayala urde un plan para vengar la muerte de su hijo.

Espinosa se enfada cuando se entera de que ha ordenado acabar con el fotógrafo. Días después, este recibe la orden de traslado de penal.

En La Casona, Julieta repasa los acontecimientos que la han llevado a casarse con Prudencio.

Concluye que no ha tenido más remedio y se resigna a vivir a su lado. Nazaria, que se percata de su tristeza, trata de animarla.

Carmelito sigue sin adaptarse a su vida con Severo y su estado empeora cada día. Desesperado, el padre se plantea entregárselo a Irene justo en el momento en que ella llega para ayudarlo.

Dolores cree que doña Patrocinio ha enterrado el hacha de guerra cuando la felicita por el vestido de novia que ha elegido, pero se equivoca. Poco después la señora critica sin reparo alguno cada uno de los regalos que recibe días antes de la boda.

Melitón no solo comunica a Nicolás que será trasladado, también le dice que sospecha que se trata de una  encerrona. Al preso no parece importarle y, tras pedirle que no lo comente con nadie, le expresa el deseo de ver a su hija por última vez.

Una vez fuera, el chico comenta con Alfonso que tiene la impresión de que su tío les oculta algo y sonsacan a Melitón. Al saber el peligro que corre, todos los Castañeda empiezan a recabar apoyos para ponerlo a salvo.

Ajeno a esto, Pérez de Ayala decide ser él mismo quien lleve a cabo su venganza.

Poco a poco, llegan al pueblo los miembros del circo invitados a la boda, a quienes los Mirañar reciben entusiasmados.

Su felicidad contrasta con la pena de Julieta quien, pese a sus esfuerzos, es incapaz de mostrarse cariñosa con su marido. Atormentada, toma la decisión de abandonarlo, pero Nazaria le hace cambiar de opinión cuando la ve traspasar la puerta con la maleta.

Saúl llega a los pocos minutos malherido, se ha hecho daño trabajando y ruega que lo curen. Julieta, en un nuevo intento de comportarse como la señora de Ortega, evita cualquier contacto con él y deja a la criada que se ocupe del asunto. Al joven se le rompe el corazón, a ella también…

En ese momento, pero en otra sala de La Casona, doña Francisca interroga a Prudencio: “Me han llegado rumores de tus malas formas con tu hermano y con Mauricio. ¿Tu pésimo humor tiene algo que ver con tu matrimonio”. Él le responde con evasivas, aunque es consciente de que la señora está en lo cierto.

Aunque no tienen ningún ánimo, los Castañeda se preparan para asistir al enlace de Dolores y Tiburcio. Sí llegan muy contentos los miembros del circo, que alegran las calles del pueblo solo con su pintoresca presencia.

La novia se viste llena de ilusión por el paso que va a dar...

Carmelo informa a Alfonso y a su familia de los últimos detalles del traslado de Nicolás. “Vamos a  salvarlo, somos muchos en esta empresa”, asegura el alcalde.

Raimundo y Mauricio, que se han enterado por casualidad de lo que traman los Castañeda, se muestran dispuestos
a colaborar sin que llegue a oídos de Francisca. Sin embargo, la ayuda indirecta de la señora será muy valiosa después.

Severo tampoco piensa dejar solo a su amigo y menos ahora que ha recuperado las fuerzas con la mejoría de Carmelito. “Tu llegada ha sido providencial. No sé qué habría pasado sin ti. Mi hijo ha renacido”, asegura a Irene.

A punto de comenzar la boda, los Castañeda repasan los detalle del rescate a Nicolásla emboscada coincidirá con la ceremonia, a la que concluyen deben asistir para no levantar sospechas.

Dolores no se percata de nada y, acompañada de Hipólito,
que ejerce de padrino, llega al altar donde la espera un  emocionado Tiburcio.

La pareja se compromete ante los dos sacerdotes del pueblo y, tras pronunciar el "sí, quiero"...

Ambos se funden en un apasionado beso aplaudidos por todos los pintorescos asistentes a la boda.

La escena conmueve a todo el pueblo y los miembros del circo al que pertenecía el forzudo.

La pareja, feliz y ajena a todos los planes que se están tramando, invitan a sus amigos a un gran baile en la plaza.

Todos aplauden y felicitan a los recién casados, a pesar de que todos tienen que hacer un gran esfuerzo por parecer felices.

Matías y Marcela son los encargados de llevar a la pequeña a la cárcel y se quedan devastados al ver al fotógrafo.

Luego, Onésimo los interrumpe en un momento de intimidad para entregarles un sobre. Se quedan  impactados al ver el contenido: unos billetes para irse de viaje.

Para entonces, ha comenzado el traslado de Nicolás y serán soldados y no miembros de la guardia civil quienes lo lleven a su destino. A medio camino, el convoy para y ordenan bajar al preso…

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