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Vicky acepta sin miedo ir a hacer unas fotografías a un poblado chabolista que tiene fama de ser conflictivo: “Es mi trabajo. Negarme sería un error”.
Por si acaso, Javier la acompaña, pero el resultado es desastroso y la chica regresa con una brecha en la cabeza y sin su cámara. “Nos han robado”, aseguran.
Tras lo sucedido en el King’s, Ignacio evita encontrarse con Laura, pero esta no para hasta conseguir una nueva cita.
El robo del hostal no se ha resuelto y Benigna quiere llegar
hasta el final, por lo que tiende una trampa a Luisita. “Lo siento, pero tengo que cerciorarme de si ha sido ella”, explica a Benito, que duda de que la hija de sus mejores amigos pueda hacer algo así.
Finalmente, Matilde escribe y firma una declaración sobre Julián que entrega a Quintero donde habla de su honestidad. “Espero que lo ayude en el juicio”, comenta con el abogado.
Por Belén, Charo se percata de que el negocio que Loppard propone a María no va a ser tan rentable como él pregona e intenta prevenirla: “Sinceramente, creo que deberías rechazarlo”.
La noticia del embarazo de Raquel se propaga rápidamente por el barrio y llega a oídos de Marta que, sin pensarlo dos veces, va a buscarla:“Has conseguido lo que querías. Ya tienes a Diego para ti”.
Como sospechaba, Samuel prueba que Ortega controla sus gestos para no expresar más de lo que quiere y fingir que está enfermo. Aun así, el psicólogo prefiere disimular y seguir tratándolo como si nada pasara.
Cansada de estar en medio, Luisita prepara una encerrona para que María e Ignacio aclaren sus sentimientos de una vez.
Azevedo se entera de que Matilde va a colaborar en su juicio y trata de frenarla. “Vas a meterte en un lío y no me lo perdonaría”, dice, causando el enfado de ella.“Sé a lo que me expongo. No soy una cría”, asegura la mujer.
Por otra parte, la mentira de Javier y Vicky sobre el robo de la cámara sale a la luz y ellos no saben cómo resolver el asunto. “Me veo en la calle”, comenta ella.
Esa noche, los amigos terminan juntos en un bar y, después de beber más de la cuenta, se besan.
Teresa se presenta preocupada en el bufete de su marido: “Hay que pagar la derrama de la casa y no tenemos el dinero”.
Benigna se levanta con una sorpresa: han vuelto a robar en el hostal y otra vez hay muchas posibilidades de que sea Luisita. “Te lo dije”, comenta a Benito, que no puede creerlo.
Esa misma mañana, Manolita llama a Diego para informarle de que Raquel está hospitalizada. Tras una visita, el periodista cede a pasar por el altar y formalizar su relación: “Nuestro hijo merece tener unos padres unidos”.
Armada de valor, María se anima a ir a contarle a Ignacio lo que siente, pero justo cuando llega lo ve besarse con Laura, sin que ellos se que ellos se percaten.
Por su forma de actuar, Llanos y Susana saben que Vicky ha estado con “alguien” aunque ni se imaginan de quién se trata…
Al regresar a casa de Marta, Diego la encuentra desconsolada y le pide paciencia.
Sin embargo, el periodista está ocultándole que se casarán en cuanto su ex salga del hospital.
En el King’s, Charo tiene una bonita conversación con Belén y está a punto de confesarle que es su madre, pero algo la frena.
En la terapia con Samuel, Ortega se abre más de lo normal y le revela que su mujer es la razón por la que está luchando por salir adelante: “Pretendo reconquistarla”. El terapeuta graba toda la conversación y Matilde no tarda en descubrirla y escucharla, quedándose abrumada.
Luisita está mal pues Benigna la ha acusado de ser la ladrona del hostal, mientras María confiesa ante su familia que está enamorada de Ignacio.
Obligado por las circunstancias, una vez que Raquel está recuperada, Durán se casa con ella en una ceremonia íntima.
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