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Jairo descubre la verdadera identidad de Maica y se lo cuenta a Quintero. El transportista, que no termina de fiarse de su subordinado, decide investigarlo por su cuenta y no le gusta nada lo que encuentra.
“No puedo creerme que seas una espía de Somoza. Me has engañado como a un niño”, dice a la mujer. La falsa
marchante tendrá que darle algunas dolorosas explicaciones.
Por su parte, Miralles ha estado siguiendo los pasos de Castillo y también halla algo sorprendente sobre el policía.
Para no intrigar más a la inspectora, Bremón decide contarle toda la verdad sobre el comisario.
Paty conoce a Sebastián, el jefe acosador de Tina, y recomienda a la chica insistentemente que denuncie lo que ha ocurrido.
Tras volver a ser intimidada por él, acude decidida a la comisaría. Cuando se entera, el hombre entra en cólera y carga contra ella.
Ibarra pide personalmente a Alicia que indague otra vez en la vida de Iker y la avispada policía encuentra algunos datos sospechosos.
Al ser descubierto, el impulsivo agente no tiene más remedio que explicarse ante sus superiores y, totalmente desesperado, pide una cita a su compañera para aclarar la situación.
También vive un mal momento Nerea, ya que, casualmente, es testigo del encuentro de la pareja y se siente muy decepcionada.
“Creo que lo mejor es que dejemos de vivir juntas”, asegura a su prima. La abogada ya no puede soportar más la tirante situación que se ha creado entre los tres.
Superado por las circunstancias, Jesús quiere vender la tienda y marcharse del barrio, algo que deja muy preocupada a María.
Mientras, Jairo hace un regalo a Paty que despierta la nostalgia de la chica. Sin buscarlo, ambos traerán al presente sentimientos que creían dormidos.
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