Jacqueline Bracamontes: “Renata trae un pan bajo el brazo”

La mexicana no pierde la sonrisa ya que atraviesa uno de sus momentos más dulces: espera su tercera hija y se consolida como una de las presentadoras más queridas de Latinoamérica

 

Publicidad - Sigue leyendo debajo

Sus seis meses de gestación, no le impiden a Jacqueline Bracamontes subirse a menudo a un avión para cumplir con sus compromisos profesionales. A diario se pone al frente de las grabaciones de la quinta temporada de La Voz México y los fines de semana se traslada a Miami para participar por segundo año consecutivo como jurado en el programa de Univisión Nuestra Belleza Latina VIP.

¿Cómo ves a las participantes?

De las 25 finalistas no hubiera eliminado a ninguna, pero tenían que quedar solo 13. Son guapísimas, con gran talento y experiencia y unos cuerpos espectaculares… mientras que yo engordo cada semana más (risas). Creo que va a ser una temporada complicada tanto para mí como para Osmel Sousa y Daniel Arenas.

También vuelves a ser la conductora de La Voz. ¡No paras!

Sí, Renata trae un pan bajo el brazo. Llevo un tiempo que no tengo ni un día de descanso: entre semana grabo en México y el sábado me voy para Miami, pero hay etapas que se dan así. Son dos proyectos que amo con el corazón, son parte de mí y no podía rechazarlos. Por eso, hablé con mi esposo Martín y nos organizamos para no descuidar a nuestras hijas.

¿No te da miedo tanto viaje?

Consulté con mi doctor y me dijo que no hay problema porque son vuelos cortos, pero que tengo que cuidarme. Lo bueno es que hay algunas semanas que me traigo a mis hijas a Estados Unidos y puedo estar aquí unos días más.

¿Cómo llevas el embarazo?

Estoy de seis meses y la verdad es que me encuentro muy bien. Los tres primeros fueron incómodos, tuve muchos mareos y falta de energía, pero a partir de la semana doce se fueron como por arte de magia. De hecho, grabé una película en enero que se llama El Patriarca y estaba preocupada porque pensaba: “No puedo moverme de la cama, ¿cómo voy a hacerlo?”

¿Te ilusiona que sea otra niña?

Sí, me siento muy afortunada. Mis hijas son lo máximo y viene otra princesa que estamos esperando con los brazos abiertos. Lo único que le pedimos a Dios es que venga sana y fuerte.

¿Te planteas ir a por el cuarto para ver si llega el varón?

Todo el mundo me pregunta y yo contesto que si por mí fuera me quedaba aquí. Obviamente, no es decisión solo mía sino también de mi esposo, a quien le dije: “Si tú quieres que intentemos otro hijo, no me lo propongas ahorita que estoy embarazada y mucho menos recién parida”. Entonces, por lo pronto nos plantamos y con el tiempo ya veremos si hay opción de un embarazo más.

¿Cómo es Martín como papá?

Que te puedo decir, para mí es el mejor. Como no tiene el niño, desde chiquititas les ha inculcado la pasión por los coches y Jacky con solo 3 años ya sabe manejarlos. Creo que yo las tendré que enseñar a jugar al fútbol.

¿Son conscientes Jacky y Carolina de que van a tener una hermana?

Fíjate que han estado muy tranquilas y yo pensé que se iban a poner celosas y un poco lloronas. Cuando llego a casa me abrazan y digo: “¿Dónde está la hermanita?”, y ellas me señalan la tripa y le dan un beso. Creo que la van a recibir bien, aunque veremos cuando nazca y realmente les quite un poco de atención.

¿Te impone criar a tres hijas?

Al principio si pensaba cómo iba a apañarme con tres, si con dos es una locura… Pero todo el mundo me tranquiliza y me dice que ya tengo experiencia. De hecho, con Carolina fue más fácil que con Jacky, que por ser la primera y prematura, Martín y yo fuimos bastante protectores.

¿Regresarás a las telenovelas?

Por ahora no, con las niñas y mi esposo no puedo. Las novelas te absorben demasiado tiempo, son muchos meses de trabajo y a veces incluso las grabaciones son seis días a la semana.

 

Los consejos de Jacky

No ser sobreprotectores. 
Mi esposo y yo siempre estuvimos muy atentos de mini Jacky 
y contratamos a una enfermera para que la vigilara las 24 horas. Ahora con Carolina le decimos “cuando esté dormida, aprovecha tú también para descansar”.

Evitar preocuparse si el niño se pone malo. No pasa nada, llamas al pediatra y te da la medicación. Al principio casi llorábamos cuando empezaba a toser Jacky, pero ya estamos mucho más relajados.

Enseñarles respeto. Quiero que sean niñas educadas con valores y den la misma importancia que yo a la familia.

Publicidad - Sigue leyendo debajo
Más de Telenovela