Tras revelar a Rodrigo la verdad sobre su padre, Elsa le pide perdón por haberse entrometido en su relación y confiesa su amor por Jerónimo. Villavicencio recuerda a su amigo que va a ser padre en breve, a lo que este responde: “Amo a tu madre, pero no eludiré mi responsabilidad. Hablaré con Epifanía antes de que lo sepa por otra persona”.
Sin embargo, la joven se entera por boca de Xóchitl y amenaza al capataz: “Si sigues con esa mujer no verás a tu hijo”. Luego, muerta de celos, visita a Macrina para que acabe con ese amor.
Aprovechando que Nadia ha visitado a Rodrigo, Mónica malmete a Aurora asegurándole que están juntos. Ante el disgusto de la joven, Del Valle la tranquiliza: “No creas todo lo que oyes. Tú eres su único amor, nosotros solo somos amigos”.
Los remordimientos no dejan dormir a Elsa después de confesar en la fiesta de cumpleaños de Chalo y Apolonia el mayor secreto de Ortega y va a ver a la que fuera su amiga para pedirle perdón y dejar de lado su rivalidad.
Siguiendo el plan trazado junto a Severo, Armando acusa a Rafael de estafa y Onésimo no tiene más salida que detener al muchacho. Por suerte para este, Cisneros se arrepiente de su mentira y acaba retirando la denuncia.
Rodrigo prepara una romántica cita junto a un lago para Aurora y ambos disfrutan de una inolvidable velada en la que dan rienda suelta a la pasión. Más enamorados que nunca, fijan fecha para su boda y por la mañana él comunica a su madre la buena noticia.
Mónica, que también se ha enterado de los planes de su primo, no duda en chantajear a Felipe para que mienta sobre su salud. “Está muy enferma, le quedan dos o tres meses de vida”, asegura el médico a Villavicencio.
La felicidad de la pareja, sin embargo, vuelve a verse obstaculizada cuando Rodrigo y Rafael se citan para batirse en duelo por el amor de Aurora. Por suerte, ninguno dispara su arma, pero se enzarzan en una violenta pelea a la que la chica pone fin de forma drástica: “No quiero volver a ver a ninguno de los dos”.