Los deseos de Quintero de convertirse en un hombre honorable no son tan fuertes como aparentaba, ya que el empresario acepta hacer un envío de droga para el narcotraficante Anxo Nogueira
Elías que le sigue la pista, sospecha que continúa metido en asuntos turbios. No será el único, ya que Julio tampoco se fía.
El joven no tarda en desilusionarse tras saber que su padre ha sido detenido de nuevo por regresar a las andadas. Sin embargo, no todo es lo que parece. “Pronto te explicaré lo que ocurre, de momento no puedo comentarte nada. Solo te pido que no dudes de mí, te lo suplico de verdad”, asegura de una manera muy enigmática a su hijo.
Por otro lado, la policía consigue dar caza al estrangulador. Mientras Silvia pierde los papeles con Pablo en comisaría y termina golpeándolo, Espe se recupera en el hospital.
La agente se desahoga con Nacha y Guevara: “Estoy pensando en abandonar el cuerpo, no pude adivinar que mi exnovio es un criminal. ¿Cómo voy a poder defender a otras personas?”.
Aunque no todo serán malas noticias para la agente, ya que Lola regresa de Valladolid para estar junto a su mejor amiga en unos momentos tan sumamente dolorosos.
“Cuando me contaron lo que te había ocurrido no me lo podría creer. Lamento mucho no haber estado aquí para protegerte, pero ahora voy a cuidarte. Ya verás que muy pronto olvidarás lo que has pasado cerca de ese malnacido. Piensa que esta pesadilla ha terminado”, dice muy emocionada.
Lejos de allí, Sara decide poner punto final a su relación con Álvaro tras comprender que sigue enamorado de Silvia: “Sé que nunca voy a conseguir tu amor. Creo que lo mejor es que terminemos con lo que tenemos. Ninguno de los dos se merece sufrir más”.
Acto seguido, el mecánico corre a los brazos de su expareja para reiterarle que la ama con locura: “Jamás he dejado de quererte. Si tú quieres podemos intentarlo de nuevo. Seremos muy felices” .
Quien no se toma bien la noticia de la ruptura es Elvira, que insta a la camarera reconquistar a su hijo, pero esta le asegura que su decisión es firme: “Lo siento, pero no voy a dar marcha atrás, así que déjame tranquila, por favor”.
Parece que el amor sigue llegando a la familia Soler. Esta vez el afortunado es Luis, que tras mucho sufrir, finalmente se ha decidido a abrir su corazón al atractivo DJ Fran.
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