Esta semana se emite la octava entrega de ¿Quién quiere ser millonario?, programa especial en el que se están conmemorando los 20 años del formato. El programa sigue contando con los mejores concursantes de la historia de España y que han pasado por varios concursos en televisión.
Esta semana, los concursantes que lucharán por hacerse con un millón de euros en el programa presentado por Juanra Bonet son Carlos Adán, fan de los concursos y experto en preguntas y respuestas; Javier Ajo, un jubilado con muchos conocimientos y Lidia Fernández, magnifica concursante de Saber y Ganar.
Un nuevo segundo seguro y el comodín del familiar
En esta nueva versión del programa dos son los “seguros” desde los que garantizarse una cantidad concreta de premio. Como en la versión original, en la pregunta número 5 el programa marca automáticamente el primer seguro, que permite llevarse a casa la cifra perteneciente a esa pregunta (1.500€) en caso de que el participante falle en alguna ocasión, una vez superada esta pregunta.
Aquí llega la novedad: por primera vez en nuestro país en ese momento el concursante tendrá la oportunidad de decidir dónde poner el segundo “seguro”, lo que en muchas ocasiones vendrá a mostrar la personalidad del concursante o su estrategia respecto a su situación personal llegados a ese punto.
Una vez leída cada pregunta y sus cuatro opciones, el participante siempre tiene la posibilidad de plantarse, llevándose a casa la cantidad acumulada hasta el momento. Sin embargo, si decide arriesgar e ir adelante con la pregunta, existen varios escenarios posibles. Si la acierta, pasa de nivel. Si la falla antes de la pregunta número 5, regresará a casa con las manos vacías. Si la falla a partir de esta pregunta, el concursante se garantiza la cantidad que le ofrece el “seguro” al que haya llegado: 1.500€ si ha superado el primer seguro o la cantidad correspondiente al segundo seguro si ha conseguido ir más allá de éste.
Pero a lo largo del periplo de las preguntas, el concursante no estará solo. Contará con la ayuda de tres comodines, dos de los cuales repiten respecto a la versión clásica (el comodín del 50% y el comodín del público) y uno de ellos se introduce en el programa para adecuarse a los tiempos y generar una mayor complicidad (el comodín del familiar).