El público europeo ha elegido una canción antibelicista muy lejos de los 'cánones festivaleros' como mercedora del triunfo en el Festival de Eurovisión. La cantante Jamala ha ganado por Ucrania con 1944, un tema escrito en homenaje a su abuela, que fue víctima de la deportación de los tártaros de Crimea -Jamala es de esa zona de conflico- por parte de la Unión Soviética en el año que da título a la canción. Las normas del Festival no permiten que las letras tengan referencias políticas, pero esta pasó la criba por su mensaje claramente pacifista. De hecho, Jamala dio un grito de paz al recoger el micrófono de cristal que la acredita como ganadora. Eso sí, a los responsables rusos no les ha hecho ninguna gracia y ya han manifestado su queja. Por su parte, Ucrania ha asegurado que el festival se celebrará el año que viene allí pase lo que pase.
Ucrania ha ganado gracias a la combinación de los votos del jurado y sobre todo del público; sin embargo, no fue la favorita de ninguno de los dos. Los jurados votaron mayoritariamente por Australia, ganadora virtual durante toda la noche, mientras que el público dio la mayor puntuación a Rusia, la gran favorita. Pero en el cómputo global, Ucrania quedó por delante de esos dos rivales.
España ha quedado en el puesto 22 de los 26 países que disputaron la final. Barei no convenció ni al jurado internacional ni al público de los demás países; parece que tampoco demasiado a los espectadores españoles: Eurovisión 2016 ha sido la entrega menos vista de 2007 (cuando compitió el grupo D'Nash) con 4,3 millones de espectadores, un 29,8% de share. El año pasado, Edurne a 5,9 millones, lo que pone de manifiesto que casi siempre hay mayor repercusión cuando el artista es conocido.
Volviendo a Jamala, ya destacó en la segunda semifinal por la emoción de su mensaje y su manera apasionada de cantar, mucho más que por la canción en sí, mucho menos comercial que los últimos ganadores.
Ucrania: Jamala canta '1944'