El descomunal éxito de Star Wars: Episodio VII. El despertar de la fuerza (2015), la película más taquillera de la historia –más de dos mil millones de dólares en el mundo– y la primera producida por Disney, provocó una cadena de spin offs basados en un personaje o varios de la saga, pero que no forman parte del plan inicial
de George Lucas, su creador.
Rogue One. Una historia de Star Wars, dirigida por Gareth Edwards (Monsters) tras muchos problemas de rodaje junto al guionista y realizador Tony Gilroy (Michael Clayton), es el primer ‘hijo’ de este coleccionable al que seguirá otro filme sobre la juventud de Han Solo ya en rodaje en los estudios Pinewood de Londres, dirigido por el oscarizado Ron Howard, sustituto de los despedidos Phil Lord y Chris Miller. Además, se habla de otro capítulo dedicado a Obi-Wan Kenobi.
Como en el filme anterior, el peso de la acción, ideada por John Knoll, recae en una mujer, Jyn.
Felicity Jones ganó el papel contra Tatiana Maslany y las hermanas Rooneyy Kate Mara. Pero uno de los mayores atractivos de esta película es la aparición por sorpresa de dos legendarios personajes de la saga en la secuencia final…