6 actividades cotidianas que pueden arruinar la belleza de tus manos

¿En tu tiempo libre disfrutas realizando manualidades y bricolaje? Ambas son actividades geniales, muy creativas que, favorecen el reciclado de objetos y además, potencian la autoestima de quien las practica. Pero, atención, porque trabajar con las manos, sin la debida protección puede tener consecuencias para la piel.

El lijado de barnices y pinturas, el pulido de metales, el cepillado de madera... son actividades que implican el desprendimiento de minúsculas partículas secas, que se depositan en la epidermis y que pueden generar sequedad, aspereza y sensación de rugosidad en las manos.

Con base disolvente, epoxi, de poliuretano, pinturas al agua... para tus tareas de interiorismo puedes recurrir a diferentes tipos de pintura, según el estilo que quieres dar a tu casa o la superficie a pintar.

Entre la composición de la mayoría de las pinturas que se emplean habitualmente, se pueden encontrar, en general, aglutinantes, pigmentos, disolventes y algunos compuestos orgánicos volátiles que se desprende durante el proceso y que pueden acabar en tus manos. Al igual que no utilizas tu mejor vestuario para realizar estas tareas, tampoco es oportuno que lo hagas sin protegerlas.

Los guantes Segunda Piel, de Spontex (en nuevo formato 40+10), pueden ser los aliados perfectos de tus manos en cualquiera de esas actividades. Son ultra finos y se adaptan a la perfección ofreciendo máxima sensibilidad y el tacto que necesitas. Además, ahora puedes conseguirlos al mejor precio. Tan fácil como imprimir el cupón descuento, canjearlo en tu supermercado habitual y disfrutar de su protección, tantas veces como quieras.

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No hay nada que se te resista, eres independiente, autosuficiente y ¡te atreves incluso con el mantenimiento de tu coche! Genial, pero si nos admites un consejo, estas tareas en las que vas a estar en contacto con disolventes, aceites, gasolina o incluso, el ácido de la batería, es mejor que las realices con guantes para que la piel de tus manos no se dañe.

Según datos de los especialistas en belleza, 9 de cada 10 mujeres españolas cambian el color de su cabello, ya sea por gusto, por sentirse a la moda, por cambiar de imagen, por necesidad... Si eres usuaria de los tientes caseros, ya sabes que el envase suele incluir algún tipo de protección, desechable, para las manos.

Pero ¿qué pasa con los tintes que permiten utilizar parte del producto y guardar el resto? No cometas el error de teñirte sin proteger tus manos. Cuenta con los guantes Segunda Piel o tendrás que raspar y restregar manos y uñas para eliminar las marcas (lo que supone deteriorar la barrera protectora natural de tu piel).

¿Apasionada de la jardinería? Eres consciente de que para las tareas duras que implican cortar, podar, rastrillar, etc. necesitas utilizar guantes fuertes. Pero cuando se trata de algo simple como abonar, combatir pequeñas plagas o trasplantar una maceta, bajas la guardia.

Sin embargo, estas tareas, aparentemente inocentes, conllevan un riesgo importante para tus manos, ya que al pulverizar o tocar la tierra se pueden depositar partículas nocivas en tu epidermis, que la piel puede absorber. Los guantes Segunda Piel, desechables, son una buena alternativa para realizar labores en el jardín, con total seguridad.

¿Sabías que el contacto continuado con detergentes y lavavajillas y someter, además, a tus manos a cambios bruscos de temperatura, pueden hacer que la piel de tus manos envejezca de forma prematura? Muchos de estos productos habituales de limpieza están diseñados con componentes antigrasa y con un pH específico para combatir las bacterias de la cocina. Y por la misma razón, agreden el manto hidrolipídico de tu piel y la flora basal de la epidermis. Si tienes que usarlos, sería conveniente proteger tus manos con unos guantes que te ofrezcan comodidad con la máxima sensibilidad y tacto.