La reina Máxima de Holanda ha vuelto a conquistar a los ciudadanos de su país gracias a su simpatía y espontaneidad. La reina de la eterna sonrisa ha irradiado alegría en su visita a una fábrica de la localidad de Oisterwijk .
La soberana ha entregado el Premio Rey Guillermo I 2016 , como Presidenta Honoraria de la Fundación Rey Guillermo I, a la empresa TROBOCCO por su actividad, sostenibilidad, perseverancia y por estimular el espíritu empresarial creativo e innovador. A su llegada, fue recibida con un precioso ramo de flores.
La esposa del Rey Guillermo se ha mostrado cercana con los trabajadores de la fábrica y ha posado con ellos con una gran sonrisa. Además de posar con los obreros, Máxima ha visitado las instalaciones e incluso se ha puesto un chaleco de seguridad reflectante.
De nuevo ha dado una lección de elegancia con su 'look': vestido y chaqueta a juego estampada acompañado por unos salones y un 'clutch' en color naranja.
