Un tatuaje no es para siempre

Conoció a Antonio Banderas en el rodaje de “Two Much”, en 1995, y un año después se casaban en secreto. Como prueba de su amor, en 2000, Melanie se tatuó “Antonio” dentro de un gran corazón en su brazo derecho.

Catorce años después, la actriz ha pedido el divorcio y en sus últimas apariciones públicas su tatuaje estaba escondido bajo una capa de maquillaje. Ahora se lo está borrando con sesiones de láser, de ahí el apósito que lleva.

Se tatuó un dragón de la suerte y el nombre de su exmarido, Billy Bob Thorton. Luego los sustituyó por las coordenadas geográficas de los lugares en los que nacieron sus seis hijos.

El exjugador madridista mantuvo una tormentosa relación con la modelo Noelia López. Aún así, Guti decidió demostrarle su amor haciéndose un tatuaje con su nombre, “Noe”.

Después, lo tapaba con un corazón junto a las iniciales de Romina Belluscio, su nueva pareja, cuyo apodo, “Romy”, lleva en los dedos de su mano izquierda.

No se sabe muy bien por qué el cantante y exvocalista del grupo “El Canto del Loco” decidió tatuarse la palabra “niñato” a lo largo de todo su antebrazo izquierdo, pero puede que en aquel momento pensara eso de sí mismo.

Con el paso del tiempo, el actual novio de la actriz Blanca Suárez se lo pensó mejor y decidió tapar el calificativo con una gran flecha negra, que siguió adornada por varios tatuajes más que se había hecho el artista.

Se tatuó en su muñeca la fecha de su boda con Tony Parker, el 7 del 7 de 2007, en números romanos; y en su nuca, “nine”, el número que llevaba el jugador de baloncesto en la camiseta. Tras el divorcio, en 2010, se los quitó con láser.

Para eliminarlos la técnica más segura es el láser. No deja cicatriz.

Se necesitan entre seis o diez semanas con intervalos de unos tres meses y hay que cubrir la zona para evitar el sol.

La tinta verde y azul se elimina con más dificultad que la negra.