Enrique Ponce se viste de paje y se adelanta a los Reyes Magos
La Navidad es un época en la que hay que sacar lo mejor de uno mismo, éste es el motivo que ha llevado al torero Enrique Ponce a vestirse de paje real para hacer llegar la ilusión de los más pequeños del hospital Virgen del Rocío. Tras la trágica muerte de su cuñado Victoriano, hermano de su esposa, Paloma Cuevas, fallecido recientemente a los 41 años por un infarto, el diestro se vuelca en los peques para superar la pena.
La Navidad es un época en la que hay que sacar lo mejor de uno mismo, éste es el motivo que ha llevado al torero Enrique Ponce a vestirse de paje real para hacer llegar la ilusión de los más pequeños del hospital Virgen del Rocío. Tras la trágica muerte de su cuñado Victoriano, hermano de su esposa, Paloma Cuevas, fallecido recientemente a los 41 años por un infarto, el diestro se vuelca en los peques para superar la pena.
Repartiendo ilusión
Las fiestas de Navidad es la época del año en la que tradicionalmente uno saca lo mejor de sí mismo para ayudar y hacer sonreír a quienes lo están pasando peor. Por ese mismo motivo el torero Enrique Ponce no dudó en vestirse de paje real para hacer llegar la ilusión a los más pequeños del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Adelantándose a los Reyes Magos el diestro llegó el pasado 30 de diciembre al centro médico en un majestuoso carruaje tirado por caballos desde el que repartió saludos y caramelos a los niños que se congregaron a las puertas del centro. Una vez dentro, encantado por estar con los niños, estuvo escuchando sus deseos y peticiones para el Día de Reyes. Los más pequeños estaban fascinados por la visita, al igual que Ponce quien no escatimó en mimos con los niños enfermos.
Momentos duros para el torero
Enrique Ponce, consciente de la ilusión que tenían todos por su visita, compuso la mejor de sus sonrisas para los peques. Algo que sin duda no le resultó fácil, pues está pasando por unos momentos duros tras el repentino fallecimiento del hermano de su mujer, Victoria Cuevas el pasado 22 de diciembre, a causa de un fulminante ataque al corazón.
El hermano de Paloma Cuevas, esposa de Enrique, falleció a los 41 años de manera súbita debido a un infarto. Una triste noticia, en plenas fechas navideñas, que sin duda ha sido el golpe más duro para la familia en este 2014. Aun así, haciendo de tripas de corazón, el torero demostró que la felicidad de los niños y sus caras de ilusión bien merecían su vida al hospital y no dejó de sonreír ni un instante.
Repartiendo sonrisas
Enrique Ponce vestido de paje real no dudó en robar las mejores sonrisas de los niños que permanecen hospitalizados en este centro sanitario de Sevilla. El torero se esforzó al máxmo para que la ilusión de los niños fuera la máxima y que pudiera olvidarse por unos momentos de sus enfermedades.
Y caramelos...
Además de repatir sonrisas el torero repartió caramelos a todos los niños que se congregaron en Sevilla para recibirle en su entrada triunfal al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Su lado más fraternal
Enrique Ponce de mostró de lo más cariñoso con los más pequeños, a quienes cubrió de besos y abrazos.
Escuchando sus deseos
El diestro no dudó en repartir todo su cariño y amor a los más pequeños. Padre de dos niñas, Blanca y Bianca, Ponce sabe muy buen la ilusión y felicidad que albergan los niños en sus corazones antes la llegada de los Reyes Magos.
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