Rafa Méndez: “Pasaría horas hablando con Madonna”

La honestidad, la lealtad, la autenticidad. Eso ha de tener un hombre 10. Yo procuro cada día cultivar esos valores y dejar a un lado los malos rollos. Me gusta la buena gente”, dice Rafa.

¿A quién conoces que sea 10?
A mi sobrino de 25 años. Reúne todo eso junto con un punto de ingenuidad y, al mismo tiempo, se entera de todo. Cada día me enseña mucho. Cuando me mira y me sonríe, me da buen rollo.

¿Y una mujer 10?
Teresa de Calcuta, por todo lo que hizo por los demás.

¿Cuáles son tus armas de seducción?
En la intimidad, muchas (risas). Mi mirada, no tanto por bonita, sino por cómo atrae. Es un ejercicio energético y, cuando he querido algo, la he usado.

¿Te retocarías en Photoshop?
No. Además, la cirugía estética me da mal rollo; amo a la gente natural. Me cuido mucho y estoy contento conmigo mismo.

¿Cómo defines tu estilo?
“Minimal”. Me gustan los básicos y los colores neutros, detesto los estampados. 

Un cosmético.
A los 25 descubrí el contorno de ojos y la crema hidratante. Eso y la vaselina para los labios van siempre conmigo.

¿Cuándo comes hasta morir?
Soy de buen comer y disfruto mucho en los restaurantes de comida casera de Canarias.

¿Estás a dieta alguna vez?
Como bien y las cantidades justas. Un día a la semana me doy un capricho, pero sin ansia. Ahora me siento muy bien y no me cuesta verme desnudo

¿Haces deporte?
Sí, es vital para mí. Siempre he estado conectado con la danza y salgo a correr. 

El mejor regalo...
Hace tiempo dije que mis regalos eran dar abrazos, me da igual no comprar nada. Y también me gusta que me los regalen a mí. He dejado de ser materialista por motivos personales.

¿Qué pasó en tu vida para cambiar?
He vivido la muerte en estos dos últimos años; se han ido mi hermana, amigos, familiares… Me di cuenta de que no necesito nada material y de que hay que vivir el presente. Somos un papel cuando nos morimos.

¿A qué tienes miedo?
A la larga enfermedad y a perder a gente. Otros los he superado, como mis problemas de fobias y ansiedad –no podía coger un avión, salir de casa...–. Ahora tengo las herramientas para afrontar cualquier situación.

¿Qué te da pudor?
La gente inoportuna o con afán de protagonismo. Siento vergüenza ajena.

¿Qué te hace reír mucho?
La gente auténtica, ingenua y  que no tiene reparos en decir las cosas. La gente muy intelectual a veces me da pereza porque son muy egocéntricos, prefiero la gente básica, espontánea…

Un momento “tierra trágame”.
Me llamó un amigo para quedar. Quería verlo, pero no tenía ganas de salir y le dije que me tenía que ir. Luego bajé a dar una vuelta ¡y me lo encontré!

¿Te gustaría ser recordado?
Como alguien de quien hayan aprendido algo.

¿Qué te emociona?
Cómo sufren las madres con sus hijos, el sufrimiento de las personas.

Pondrías en un aprieto a...
¡A quien sea! Me gusta hablar de sexo con gente a quien le cuesta hablar de este tema tabú.

¿Qué haces en tus ratos libres?
Me gusta ir a las playas nudistas de Canarias y tirarme hasta las ocho de la tarde en ellas. Y en Madrid me gusta estar en casa y tomarme un vino con mis amigos. Amo la tranquilidad. 

¿Qué dejarías por un buen libro?
No me gusta leer; no tengo paciencia, me aburre y no me creo lo que leo. Me gusta más dialogar y escuchar historias.

Un día que te cambió la vida.
Cuando con 30 años por fin me acepté a mí mismo y me dije: quiero vivir. Me sentí libre.

Pasarías horas hablando con…
Antonio Gala. No leo sus novelas, pero me gustaría escucharlo. O con Madonna. Y con mucha gente anónima también.

Elige un superpoder.
Saber lo que hay tras la muerte.

¿Y qué crees que hay?
Creo que cuando mueres uno entiende por qué ha sufrido tanto. Me imagino la muerte como una gran llanura. Paz. Energía.  

Un recuerdo imborrable.
Momentos con mi hermana, que falleció hace dos años.

Un momento perfecto del día.
Cuando llegan las siete de la tarde y me relajo con mi copita de vino –dos como mucho–. Reflexiono sobre el día y me preparo para tener una noche relajada.

El bailarín canario, de 39 años, ha vivido la muerte de varios seres queridos de cerca y por eso, dice, “no necesito nada material, sólo vivir el presente”.

Estrenó “7” en septiembre de 2014 en Tenerife y lo clausura en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid el 3 de mayo (con funciones el 24, 25 y 26 de abril y 1 y 2 de mayo).

“Es un homenaje a mi hermana, que murió, pero no sólo hablo de su pérdida, también hay, por ejemplo, una historia de bullying, algo que también he sufrido”. Además prepara la gira de Alborán y continúa impartiendo clases a niños en la escuela Isaac Albéniz, de Parla.