Valentin Paredes: “Me lavo la cara cada día con jabón Heno de Pravia, como hacía mi madre”

Un hombre que se cuida un poquito –no en exceso, que lo de metrosexual no me va–, que es consecuente con sus principios…”. Así define Valentín Paredes a un hombre perfecto.

¿Quién es un hombre 10?
Robert de Niro, a quien admiro. No es excesivamente guapo ni alto, pero enamora a la cámara. Yo trabajo para llegar a eso.

¿Y una mujer 10?
Pepa Flores. Tuve la suerte de coincidir con ella en “Proceso a Mariana Pineda” (1984) y es una mujer sencilla, cercana; un bellezón, tiene una gran personalidad y es firme en sus decisiones. Me enamoré de ella, pero estaba con Antonio Gades (risas).

Tus armas de seducción son…
La mirada y la sonrisa, dicen. 

Te retocarías en Photoshop…
Nada. Llegando a esta madurez –tengo 56– , ¿por qué ocultar los años que he vivido? He sido joven y guapo, pero ahora estoy a gusto con mis arrugas y quiero que se vean mis vivencias.

Tu estilo es…
Me pongo traje cuando un acto lo exige, pero soy más de vaqueros, camisas y camisetas.

Qué no falta en tu armario.
Vaqueros y una camisa blanca.

Nunca llevarías…
Un pantalón de talle bajo de esos que se llevan ahora.

Un cosmético indispensable.
Una hidratante sin más. Me cuido lo mínimo. Los actores hemos de tener un poquito de ego –yo tengo el suficiente como para subirme a un escenario, porque soy muy, muy tímido–.

Un ritual de belleza.
Me lavo la cara cada día con la clásica pastilla de jabón de Heno de Pravia. Mi madre lo hacía siempre y murió con 86 años sin arrugas. 

Comes hasta morir cuando…
No soy de hincharme, solamente en alguna cena especial, que paso de todo. Me gustan la pasta y los arroces, que es lo que sé hacer.

Y las dietas te persiguen si…
Jamás. Mantengo el mismo peso desde los veintitantos años.

El deporte en tu vida es…
No he pisado un gimnasio en mi vida, sólo salgo a correr alguna vez. Prefiero dedicar mi tiempo libre a otras cosas.

¿Como qué?
Ir al teatro, al cine, estar con mis amigos y leer.

¿Y qué dejarías por un buen libro?
Todo. Ahora estoy enganchado a “Besos de Arena”, de Reyes Monforte. 

El mejor regalo es…
Una colonia: Kouros, de Yves Saint Laurent, que uso desde hace 20 años. O una camisa.

Te aterra pensar en…
En la enfermedad y, sobre todo, en el dolor físico. También las injusticias que veo cada día.

Te da pudor…
Quedar con alguien en algún sitio y llegar yo antes. Esa espera no me gusta y ahora recurro al móvil para sentirme mejor.

Un momento “tierra trágame”...
Una vez que un compañero se quedó en blanco en una función. 

Te gustaría ser recordado…
Como una persona honesta y buen amigo sobre todo.

Te emociona…
Muchas cosas; soy muy sensible. Una película –como “El Padrino”–, el buen trabajo de un actor, una historia de amor, la risa de un niño…

¿A quién pondrías en un aprieto?
Al ministro de Cultura Wert. Le preguntaría cuántas películas españolas ha visto para opinar que nuestro cine no es bueno.

Un día que te cambió la vida.
El que murió mi madre. Se te va tu raíz y es muy duro. 

¿Qué superpoder elegirías?
Ser invisible. No digo más.

El mejor consejo te lo dio…
Mi amigo Pepe Sancho, quien me dijo una vez: “No tengas prisa y no te inquietes por llegar más alto porque las cosas, si son para ti, llegarán”. Qué certeza.

Pasarías horas con…
Al Pacino y Robert de Niro para hablar de cine, de la vida…

Un recuerdo imborrable.
El día que me quedé a cargo de mi sobrino, cuando murieron sus padres en un accidente. Tenía un año y ahora tiene 25.

Un lema de vida…
Vive y deja vivir. Fundamental.

Si no fueras actor, serías…
Cantante, pero no tengo oído.

La fama para ti es…
Viene y va. Me gusta usarla para hacer cosas buenas por los demás.

"Cuenta la relación de amor, odio y destrucción de un padre, Gabriel, con su hijo (Raúl Prieto), una historia con un trasfondo: el tráfico de órganos. Es una película de suspense intensa". El estreno de la nueva película de Valentín Paredes, como nos ha contado el actor...