David Ascanio: "Laura Sánchez es mi compañera de vida"

-¿De quién ha heredado la vena emprendedora?
-De mi madre. Tenía una tienda de ropa infantil, "Golfillo", en Santa Cruz de Tenerife. Fue una mujer muy trabajadora. Me llevaba  de viaje con ella a Barcelona cuando apenas yo tenía ocho años. Mi padre es más bohemio y tengo una parte importante suya.

-¿Y el amor a la música?
-Desde pequeño me gustaba tocar la guitarra con mi tío Luis, que me enseñaba acordes nuevos. Fue mi maestro. Con él aprendí mucho escuchando a su grupo "Taburiente", que interpretaba música de verdad.

-¿A qué se refiere cuando dice: "En Canarias se vive, en Madrid se sobrevive".
-A muchas cosas. En Canarias se vive muy pausado y en Madrid no se descansa. No paran de ocurrir cosas y eso es muy estresante.

-¿Qué extraña más de su isla?
-Me costó mucho adaptarme a Madrid, sobre todo al principio. Se me hacía duro estar lejos de mi familia y de la gente que quiero. Además, soy muy chicharrero, muy isleño. Pero, hoy en día, mi familia también la tengo en Madrid y en Huelva e incluso la hija de Laura, que vive en Bilbao, también es mi familia. Al final, tienes pequeñas familias repartidas por todos lados.

-¿Madrid no le acogió con los abrazos abiertos?
-Mi no adaptación a Madrid no fue culpa de Madrid, porque conmigo ha sido una ciudad muy generosa, y hoy es aquí donde está mi casa y eso conlleva muchas cosas.

-¿Qué fue lo más duro?
-Me sorprendió el frío que hacía en invierno y que a las cinco de la tarde ya fuera de noche.

-Su primera oportunidad se la da Bosé.
-Miguel ha sido mi segundo gran maestro porque se aprende mucho de él. Nunca pensé que nadie fuera a cantar una canción escrita por mí, y mucho menos Miguel Bosé, que es una persona muy generosa, y conmigo lo fue.

-¿Siguen viéndose?
-Voy bastante a visitarlo, sobre todo cuando cocina.

-También ha trabajado con Chenoa.
-Chenoa es de esas mujeres que cuando cantan al lado tuyo dices ¡guau…! Es increíble. Somos muy amigos y yo la quiero mucho.

-¿Piensa en quién cantará sus canciones?
-Normalmente escribo para mí, pero, si me pide un tema algún artista o para una serie de telelvisión o para un proyecto en contreto, es distinto. Me adapto a sus medidas. Soy como un sastre.

-¿Cuesta perder la paternidad de un tema? 
-Las canciones son para la gente. A mí, por ejemplo, me inspiran las cosas que me sorprenden, que me gustan: el cine, la calle; la gente me inspira porque me gusta escribir sobre lo que pensamos y sobre lo que sentimos.

-¿Cuál es su mejor hora para componer?
-Cuando estoy solo, que suele ser por la noche, porque no suena el teléfono, ni hay ruido, o por las mañanas, porque puedo tocar con un poquito más de volumen.

-¿Cuándo publicó su primer álbum?
-Fue en Tenerife. Cuando me lo dieron me fui con mi madre a escucharlo al coche. Ella se puso a llorar, fue muy emocionante.

-¿La fama era su meta?
-Para que la gente vaya a tus conciertos tienen que conocerte y para eso hacemos las promociones y las entrevistas. Yo no creo ser famoso. Ahora me conocen más por Laura, pero eso para mí también ha tenido un período de adaptación. Sólo pensar en un photocall se me pone mal cuerpo. Laura y yo tardamos dos años o más en salir los dos juntos posando y ahora no me hace mucha ilusión, pero no lo paso mal.

-¿Qué supuso la irrupción de Laura en su vida?
-Es la persona más importante para mí, además de mi padre y mi hermano (su madre falleció cuando él tenía unos 24 años). Laura es mi compañera de vida.

-¿Cómo fue ese primer encuentro?
-Un desastre. Fuimos al cumpleaños de un amigo común. Ella dice que yo llevaba un pulpo en la cabeza y yo le respondo que ella había ido en pijama al cumpleaños.

-¿Le asustó que aportara una niña a la relación?
-Nos conocimos poco a poco, pero también fue muy intenso. Ella aportaba una hija a la relación, pero eso nunca ha sido un problema, sino todo lo contrario.

-¿Han pensado en aumentar la familia?
-Sí, tarde o temprano lo haremos.

-En toda pareja hay uno que ama y otro que se deja amar.
-Aquí nos repartimos el trabajo. Estamos siempre al lado el uno del otro cuando lo necesitamos. Quizá yo la cuido un poco más.

-¿Qué es lo que más admira de Laura?
-Muchas cosas, la admiración es fundamental para amar a alguien. Me gusta lo justa que es, y su lealtad es admirable.

-¿A cuál de los dos se le ocurrió diseñar ropa?
-A los dos, era una excusa para viajar, hacer fotos o dibujar. Empezó como un pequeño juego y ahora vamos al fin del mundo con "Bloomers&bikini". Es como si nos hubiéramos metido juntos a estudiar algo que de repente nos apasiona.

-¿A qué tipo de mujer se dirigen?
-Según las visitas que recibimos en nuestra web, el plantel es muy amplio. Va de los 17 hasta los 60 años. A las más maduras les gustan las mariposas; sin embargo, la edición del Mundial ha sido la preferida de las jovencitas este verano.

-¿Vivir y trabajar juntos no desgasta?
-Laura y yo nos respetamos mucho y creo que es la base para afrontar los problemas cuando se presentan.

-¿También los sentimentales?
-También, pero a nosotros los enfados no nos duran mucho.

-Se habla de la igualdad, ¿queda mucho hasta alcanzarla?
-Yo me crié con mi madre y mis tías, en "Bloomers" son todas mujeres, en mi casa hay otras dos. Estoy rodeado. Creo en las personas, no en los sexos.

-¿En su negocio cuál es la cabeza pensante y cuál el ejecutor?
-Repartimos el trabajo, los dos opinamos sobre los modelos y los diseños y vamos a las fábricas, pero en la ropa Laura siempre tiene la última palabra; si ella se lo "pondría", se fabrica, si no "no".

-¿El futuro de la música está en las nuevas tecnologías?
-Está cambiando todo muy deprisa, ahora hay muchas alternativas, no hay un patrón fijo y eso hace que cada uno tenga carreras distintas. Está claro que todo va a ser digital.