Iván Massagué: "Mi mejor regalo sería una fuente victoriana de cocina para emplatar"

"Sería un asco ser 10 en todo! (risas). Para mí el hombre perfecto ha de ser sensible –antimachista– porque eso engloba todo: saber escuchar, pensar antes de decir…". Asó define el actor Ivan Massagué a un 'Hombre 10'

¿Y tú eres sensible?
Hombre, me dedico a algo que requiere sensibilidad, es mi instrumento de trabajo. De pequeño era muy sensible, que no llorón. Me encerraba en mí mismo y era poco familiar, aunque con los años y el trabajo han aflorado muchos sentimientos que tenía ahí escondidos.

¿Quién conoces que alcance el 10?
Tengo muchos amigos a quienes admiro y que tienen una gran inteligencia emocional. Y si tengo que decir una mujer, que hay muchas, diría mi exnovia (él no concreta quién es, pero su última novia conocida fue la actriz Rocío Peláez).

No es habitual admirar a una exnovia.
Aún nos queremos mucho y tenemos muy buen rollo. Es bonito seguir amando a una ex, aunque sea de otra manera.

Tus armas de seducción.
Si veo a una chica que me gusta, actúo de forma instintiva, como un animal.

¿Qué es lo que más les gusta de ti?
Igual esta cara que tengo tan curiosa y difícil, pero fácil de recordar. Creo que tengo algo… mi despilfarro de energía.

¿Qué te retocarías en Photoshop?
Tengo varios complejos. Primero la nariz –con quince años me sentía feo y quería operármela– y la papada. Pero son chorradas. Eso sí, tengo las orejas bonitas.

¿Tu físico te ha condicionado?
A veces me habría gustado ser guapo para hacer de galán, pero he ido poco a poco y ahora, sin ser guapo, me están llegando los papeles protagonistas.

Tu estilo es…
He pasado por varias tribus urbanas y ahora quizá podría denominarme “lamb sex”, un rollo leñador que me gusta. Tengo muchas camisas de cuadros, botas…Voy tirado, pero estudiado.

Un cosmético indispensable.
El desodorante. No soy un tío que huela mal, ¿eh?

Comes hasta morir cuando…
Siempre, aunque intento controlarme. Y mi pasión es cocinar. De hecho, si no fuera actor, sería cocinero. Me relaja, me da paz.

¿Y para quién te gusta cocinar?
Para mis amigos. Además, me atrevo con cualquier plato.

¿Y las dietas?
Pues ahora he tenido que seguir una para interpretar a Tony en 'Gym Tony', el dueño de un gimnasio. Se trata de comer de todo pero la mitad de lo que yo comería. Y también me he quitado la leche y el trigo.

El deporte significa…
Pasé de querer hacer INEF a, de repente, dejar de hacer deporte. Ahora me he puesto, pero no me engancho con nada. Y paso de correr, no me persigue nadie...

¿Cuál es el mejor regalo para ti?
Utensilios de cocina, un libro de recetas, una fuente rollo victoriana para emplatar…

¿Qué te da miedo?
¡Todo! Me da mucho respeto el público, el trabajo… Sin embargo, me considero valiente.

¿Qué te da pudor?
El fracaso, quedar mal, sobre todo en una sociedad donde parece que siempre tienes que estar perfecto… Pero, en general, me despeloto rápido.

Sueltas una carcajada…
Me gusta el humor británico, catalán… Me río mucho.

Un momento "tierra trágame".
Cuando digo algo fuera de lugar, que me pasa a menudo.

¿Cómo te gustaría ser recordado?
Unos me recordarán como un gilipollas, otros como un buen cocinero o actor. Con ser recordado es suficiente.

¿Qué te emociona?
Muchas cosas. Y cuando tengo resaca lloro con cualquier cosa.

Pondrías en un aprieto a…
Despelotaría en la plaza del pueblo a los políticos –que viven en su burbuja sin codearse con la gente– y los ataría a un palo para verles la cara de terror.

Tus ratos libres son para…
Cocinar o ver vídeos de cocina. 

Un hecho que te cambió la vida.
Un viaje que hice a los 24 años a México, yo solo. Estuve dos meses y medio y me marcó. 

Pasarías horas hablando con…
El cantante y actor Tom Waits.

Elige un superpoder.
Otorgar la bondad a la gente con una varita mágica. ¡Y volar para pirarme a otro planeta!

Dices 'vamos al grano'…
Cuando tienes las cosas claras, que no siempre las tengo.