Tamar Novas: "Soy presumido. La vanidad forma parte de mí"

"Yo me siento un hombre 10 cuando logro un equilibrio en todos los ámbitos de mi vida: la familia, el trabajo… En el equilibrio encuentro la virtud, y para conseguirlo no paro de pelear. Y me gusta la gente viva y despierta", cuenta a DIE MINUTOS Tamar Novas. 

¿Quiénes son personas 10?
Mi hermano Guti, a quien siempre he considerado mi ídolo. Admiro su vitalidad, además de ser guapísimo. Y mi abuela. 

Tus armas de seducción.
Seducir sin pretenderlo. Soy tímido, y necesito tiempo para estar cómodo. Esa timidez ha actuado como un filtro que me ha ayudado a encontrar a mi gente.

Te retocarías en Photoshop…
Mi pelo. Me gusta, pero es una de las superficialidades que más lata me da a la hora de ir a un estreno o algo. ¡Es indomable!

¿Cómo defines tu estilo?
Soy de enamorarme de prendas: si me gusta una, me la pongo tanto que parece parte de mí. No soy de llamar la atención, pero tampoco sobrio. Y soy presumido. La vanidad forma parte de mi vida; si no, no sería actor.

Un cosmético indispensable.
Pido consejo a las maquilladoras, pero no soy constante.

¿Cuándo te gusta comer?
Cuando estoy con mi familia en Galicia. Me gusta de todo; lo que más, el marisco.

¿Y alguna vez estás a dieta?
En periodos de mucho trabajo soy caótico, a no ser que el personaje requiera un físico determinado. Y entre trabajo y trabajo, me propongo comer bien y controlarme entre semana.

El deporte supone…
He jugado al fútbol, pero no es una obsesión. Ahora entreno en el gimnasio, pero me aburre. 

¿Cuál sería el mejor regalo?
Alguna cosa para compartir: una cena con gente o un viaje, lo que más me gusta en la vida.

¿Y dónde te perderías?
En Nueva York. Me encanta pasear por sus calles sin parar.

¿A qué tienes miedo?
A las cosas que escapan de mi control, como el sufrimiento de mis seres queridos. Hay miedos que me gustan. En el trabajo hay una mezcla de miedo y deseo que me parece increíble.

¿Qué te da pudor?
Opinar sin ningún tipo de criterio. Y las entrevistas.

¿Qué te hacer reír mucho?
Una situación absurda. Con mis colegas me río mucho, me encanta y me relaja.

Momento 'tierra trágame'.
Rodando 'Los fantasmas de Goya', me acerqué al actor Randy Quaid -hizo 'Independence Day'-, y le dije que lo admiraba y le di las gracias por salvarnos de los extraterrestres. Intenté ser majo y gracioso y me dedicó indiferencia. Soy muy metepatas, pero me río.

Cómo quieres ser recordado.
Como buena persona, eso es lo primordial siempre.

¿Qué te emociona?
El altruismo en momentos de dificultades. Los actores y la pasión por el trabajo. 

Pondrías en un aprieto a…
A los que tienen el poder y responsabilidades públicas. 

¿Qué te gusta hacer en tus ratos libres?
Cuando no estoy trabajando, me da por aprender idiomas, tocar la guitarra… Me gusta picar muchas cosas porque soy muy curioso. Y me gusta mucho ir al cine y leer, sobre todo libros de autoayuda y los autores clásicos. Ahora estoy con los hermanos Grimm.

Un hecho que te cambió la vida.
Participar en mi primera película, con once años, 'La lengua de las mariposas', y trabajar con Fernán Gómez. Y también trabajar en 'Mar adentro'. 

Y de no ser actor…
Viajaría y trabajaría en cualquier cosa que me lo permitiese. 

El mejor consejo.
Sea lo que sea que decidas, que lo hayas decidido tú y que la responsabilidad sea tuya.

Hablarías horas con…
Con Joan Dalmau. Lo conocí en “Mar adentro” y me pasaba horas hablando con él.

Elige un superpoder.
Ser invisible para observar situaciones sin que me vieran. 

Pierdes la paciencia con…
Cuando no entiendo algo o tengo que hablar con las compañías y hacer reclamaciones. Puedo ponerme muy estúpido.

Tamar nunca olvidará la noche en la que obtuvo el Goya al Mejor Actor Revelación por su papel de Javi, el sobrino de Ramón Sampedro en la película “Mar adentro”, de Amenábar -en la foto con su premio-. Han pasado diez años desde aquel 30 de enero de 2005, y en este tiempo su carrera se ha afianzado.