Chenoa, más sincera que nunca sobre su ruptura con Bisbal: "No podía respirar, era el peor día de mi vida"

Chenoa ha sacado a la venta su autobiografía 'Defectos Perfectos' y sus palabras no van a dejar indiferente a nadie. La cantante habla sin tapujos y sin pelos en la lengua de su vida, inlcuida su relación y ruptura con David Bisbal.

Y agárrense los machos porque vienen curvas...

La cantante habla sobre su romance y sobre la marcha de David a América para ampliar horizontes: "Yo concebía nuestras vidas como un proyecto conjunto y supongo que él no lo veía así. Su ascenso era fulgurante". Chenoa confiesa que ella estaba dispuesta a sacrificarse porque "Mi vida con él era lo primero para mí, por no decir lo único. El resto era pura guarnición. Otro error que no volveré a cometer: nunca quieras a alguien más que a ti misma".

Sin embargo, cuando todo parecía perfecto, David volvió a casa y "me lo encontré con la maleta hecha. 'Tengo que pensar, necesito tiempo, mejor lo dejamos".

Chenoa no creía que fuese una ruptura definitiva ya que "había pasado otra vez y él había vuelto al poco tiempo, arrepentido y con las cosas claras"

Pero nada más lejos de la realidad: "Estaba viendo la tele con sus padres. No pensé que la cosa fuera definitiva, pero lo era, al parecer. Unos días más tarde, alguien me llamó por teléfono. No soy capaz de recordar quién fue. 'Pon la tele'. Allí estaba David, en una rueda de prensa en Caracas, encantado de la vida, diciendo que no estaba con nadie". 

También cuenta que le llamó para ver qué estaba ocurriendo pero "una voz contestó que aquel número no correspondía a ningún usuario. Él no estaba con nadie y el teléfono no era de nadie".

Para la cantante, ese fue el peor día de su vida: "No podía respirar. Su ropa estaba en el armario. Desde el sofá donde me sentaba podía ver sus cosas, que aún estaban por toda la casa. Aquello tenía que ser una broma de mal gusto, pero no: era el peor día de mi vida".

Una vez finalizada la relación, la hermana de David la llamó para decirle que iban a ir a recoger sus cosas.

Pero lo que recuerda con más dolor fue recoger sus premios: "¡Ah, por cierto… cuidado con los premios! ¡Sus putos premios! Recuerdo a mi madre mirando aquellas cajas que nosotras debíamos montar, toda aquella ropa que nosotras debíamos doblar y todos aquellos premios que debíamos tratar con cuidado".

"Cuando al cabo de un par de meses salió a la luz su relación con Elena Tablada, no tenía fuerzas ni para enfadarme. Solo me flagelaba. El abandono, el rechazo, la tristeza inmensa, todo era culpa mía. O, al menos, eso creía yo. Qué manía esta nuestra de culpabilizarnos por los comportamientos de otros. Qué gran error", escribe sobre la relación de su ex con Elena Tablada.