Jorge Javier, sobre su enfado con Risto: ''Creo que todo fue fruto del cansancio''

Durante las audiciones de la presente edición de 'Got Talent', Jorge Javier Vázquez y Risto Mejide protagonizaron un rifirrafe que los llevó a dejar de hablarse. Todo comenzó cuando les tocó valorar la actuación de Mari Carmen, una poetisa que tan solo convenció a Jorge Javier. Las duras críticas de Risto hacia la mujer llevaron a Jorge Javier a señalarle que era importante que hubiera "voces críticas".

"Me parece muy banal lo que acabas de hacer, Jorge Javier, no es una cuestión de entenderlo o no entenderlo. No nos dejes de estúpidos a los que no nos gusta lo que a ti", dijo el publicista antes de que se enzarzaran en una agria discusión.

"Oye, mira, vamos a hacer una cosa. A partir de ahora nadie va a opinar de las opiniones de los demás, ¿lo hacemos así? ¡Hombre, es que estoy hasta las narices, unas veces sí y otras veces no! ¿A qué jugamos?", se lamentó Jorge Javier con cara de pocos amigos.

Desde ese momento, el mal rollo se instauró en la mesa, con Eva Hache y Edurne en medio del fuego cruzado. "Es que me dan ganas de largarme de aquí", le confesó Jorge a la humorista.

Tras explicar que este malestar se alargó a lo largo de los días y que a él le costó mucho dar su brazo a torcer, Jorge Javier ha señalado en el plató de 'Sálvame' el verdadero motivo de su reacción.

"Creo que esto es mucho fruto del cansancio. 'Got Talent' es el programa más duro en el que he trabajado porque son grabaciones de 12 horas diarias, con muchas actuaciones… Este verano grabamos julio y agosto. Quedaban cuatro días para acabar las audiciones", dijo Jorge Javier, el cual reconoce que su reacción tampoco fue la más acertada. "Estuvimos cuatro días sin hablarnos".

Jorge Javier desveló que ese mismo día Risto se acercó a hacer las paces, pero él estaba muy enfadado y se vivió una situación un tanto extraña. "Cuando acabamos de grabar, yo subí corriendo al camerino cabreado como una mona y apareció Risto con el productor del programa. Yo estaba en chanclas, con unos calzoncillos horrorosos, porque a mí me encantan los calzoncillos de mercadillo… Fue una situación muy ridícula", explicó.

"Al día siguiente, Risto dijo que quería volver a hablar conmigo para arreglarlo, pero a mí me dio un ataque de dignidad tonto y pensé que, ya que había llegado hasta allí, me tenía que mantener", continuó diciendo.

Y es que, hoy por hoy, el presentador de 'Sálvame' se da cuenta que todo fue un enfado tonto y que debería de haberlo solucionado a la primera de cambio, ya que por su culpa estuvieron cuatro días sin hablarse ni mirarse a la cara. "Ahora me doy cuenta de que debería de haberlo solucionado esa misma tarde… Estuvimos valorando 80 actuaciones sin mirarnos a la cara", recordó.

Mientras tanto, sus compañeras de mesa aguantaron el chaparrón como buenamente pudieron. "Aguantaron como dos jabatas", confesó. Y es que, independientemente de lo que pasó en el plató, el catalán reconoce que, si se acercó a hablarlo con él en dos ocasiones, debería de haber intentado aprovechar para acercar posturas.

Cuando J.J. intentó solucionarlo después, fue Risto el que le envió un mensaje "destructor". "Le envié un mensaje al móvil como diciéndole que a ver si nos veíamos y él me contestó con un mensaje horroroso. No lo pude ni volver a leer", señaló. Sin embargo, al día siguiente Risto rectificó, quedaron a almorzar y todo se solucionó.