El mundo del cine y el teatro despide a María Asquerino en su casa, el Teatro Español

El coche fúnebre con el feretro de la actriz llegaba a las siete menos cinco al Español, a cuyas puertas aguardaban medio centenar de personas que ovacionaban a María.

Beatriz Rico también quiso despedirse de ella. 

Dentro, cuatro coronas de flores la custodiaban. Asquerino estuvo cinco horas representando su última función, horas de lleno absoluto, después de que su cuerpo descansara durante dos días en el Anatómico Forense sin que nadie los reclamara, pues no tenía descendientes ni familia cercana, lo que demoró su traslado al velatorio.

En la imagen, el actor Fernando Chinarro.

Pilar Bardem, que coordinó todos los trámites del velatorio desde México, manifestó que "María era amiga, compañera y un ejemplo de independencia y vitalidad como mujer. Será imposible olvidar su legado humano y artístico".

Entre las asistentes se encontraba Gemma Cuervo, que acaba de perder recientemente a su marido Fernando Guillén.

María Asquerino se había trasladado hace un tiempo a vivir a un centro de mayores en El Plantío, después de sufrir una caída en su casa que convenció a Cristina, su fiel asistenta, de que ya no podía vivir sola y la ayudó a gestionar su traslado.

A la capilla ardiente también acudió Jose Luis Balbín.

Después de asistir al velatorio, José Sacristán recordaba a María como una mujer "valiente".

Por su parte, Juan Diego Botto la definió como "excelente profesional, una mujer muy femenina que rompió moldes".

Loles León tuvo muy buenas palabras para María: "Era una gran mujer, una gran señora, una gran actriz. Ella lo tenía todo y que le quiten lo bailao. Nunca había un problema con ella".

Durante el velatorio se pudieron oír calificativos con los que a todos nos gustaría que nos definieran cuando ya no estemos en este mundo. Todos los que la apreciaban y tuvieron el placer de conocerla coinciden en una definición: una extraordinaria actriz de este país y mejor persona si cabe.

En la imagen, la actriz María Fernanda d'Ocon, acompañada.

Marisol Ayuso quería dejar bien claro que "no tenía familia ni hijos y la ha reclamado la Aisge; pero, si no hubiera sido así, lo habríamos hecho sus compañeros".

En la imagen, María Garralón.

Emilio Gutiérrez Caba, por su parte, quiso zanjar cualquier polémica explicando que "María ha fallecido en muy buenas condiciones, estaba en una residencia muy bien tratada y es mentira que estuviera sola. La Asociación de los Actores se ha hecho cargo de ella y estaba en contacto  con los servicios sociales para ver cómo estaba, la visitaba la gente, no estaba para nada sola, eso es absolutamente falso".

Las cenizas de María, que fue incinerada en el Cementerio de San Isidro, ya descansa en la AISGE.

Santiago Ramos también quiso despedirse de ella. 

La actriz con los ojos más bonitos del cine, según la describía el escritor Paco Umbral, tenía como única compañía, además de a Cristina, a su vieja perra Rosita, ahora huérfana de su dueña.

En la imagen, Silvia Marsó.