Belén Rueda se convierte en abuela a los 48 años

Belén Rueda y Mario Casas están de moda y ahora se han convertido en la 'pareja' por excelencia de la gran pantalla. La actriz interpreta a una abuela de 50 años que, junto a su nieto (el jovencísimo actor Larsson do Amaral), se embarca en la busca de su hijo, a quien da vida el actor gallego.

Sus respectivas agendas de trabajo por fin han conseguido tener un hueco para compartir cartel en el rodaje de la película 'Ismael', que comenzó hace unos días en la emblemática localidad de Sitges. Y que el pasado lunes 25 de marzo presentaban a los medios de comunicación entre escena y escena.

Hablamos con los protagonistas:

-Belén, ¿cómo es la relación de tu personaje, Nora, con Félix, el papel que interpreta Mario Casas?
-Es una relación estancada. Y gracias a la aparición de Ismael, que viaja de Madrid hasta Barcelona para conocer a su padre, pero que primero me encuentra a mí, a su abuela, mi relación con Félix deja de estar estancada. Es curioso, pero este individuo pequeñito que es Ismael nos viene a decir que nunca es tarde para arreglar las cosas. La película de Marcelo Piñeyro nos dice que, como siempre, hablando, la gente se entiende.

-Belén, ¿hubo una conexión inmediata con Mario?
-¡Desde el principio! Los que nos ven desde fuera, ya no saben si somos Mario y Belén, los actores, o Félix y Nora, hijo y madre. Además, mis hijas son fans de Mario, y están encantadas. ¿Lo único malo de Mario? Que siempre llega tarde, ja, ja. No, no, es broma. Lo único malo es que no puedes ir a tomar una cerveza con él. Siempre hay fans por ahí. Pero es normal, claro. Creo que Mario va a sorprender en Ismael. Hay fotos en las que Mario, con esa barba, parece mayor que todos nosotros. ¡Es increíble!

-¿Y qué tal hacer de abuela?
-Había hecho de madre, por ejemplo, en El orfanato, pero es verdad que nunca de abuela. Podría ser perfectamente la madre de Mario en la vida real. Tengo 48 años, y él, 27. Una abuela joven.

Tras su éxito con 'El Cuerpo', en la que fue el punto femenino de la cinta formando un triángulo amoroso con los personajes interpretados por José Coronado y Hugo Silva, Belén regresa a la gran pantalla compaginando este nuevo trabajo con el rodaje de 'Luna, el secreto de Calenda', una de las series del momento, donde tiene de compañeros, entre otros, a Fran Perea y Olivia Molina.

Mario Casas, que hasta hace unas semanas hacía las delicias de sus seguidoras en 'El Barco' -donde coincidió en algunos capítulos con la propia Belén Rueda-, vuelve al cine después de triunfar en taquilla con 'Grupo 7', una de las películas más alabadas por la crítica de los últimos años.

Dejando atrás sus papeles de joven rebelde y atractivo que vuelve locas a las féminas, en esta ocasión Casas dará vida a un educador social que tuvo un accidente de moto que le partió la rodilla mientras mantenía una corta historia de amor con una mujer. Ocho años después, y con ese recuerdo aún sin borrar, aparece su hijo.

En este tiempo de trabajo -llevan cuatro semanas de rodaje-, los actores han formado una nueva familia, tal y como lo han demostrado durante los varios parones que hicieron en la visita para los medios de comunicación que se desplazaron hasta Sitges.

-Mario, ¿cómo es Félix, tu personaje en 'Ismael'?
-Precisamente hace un rato estaba hablando sobre qué se puede contar o no sobre mi papel. Básicamente, Félix tuvo una historia de amor años atrás con una chica negra, y no sabe que de esa relación tuvo un hijo, Ismael, que ahora le está buscando. La película habla de ese reencuentro, y de mi relación con mi madre, que interpreta Belén Rueda, y que también se tiene que arreglar. Félix lleva encima una gran carga dramática y una enorme amargura, una situación muy diferente a la del hijo que no conocía. Ismael es una historia de reencuentros y de esperanza, de superar los problemas.

-¿Cómo ha sido rodar con Belén Rueda? Ya habías coincidido con ella en la serie 'El Barco'.
En el rodaje de 'El Barco' coincidí muy poco con ella. Todo fue muy rápido, y no pudimos hablar ni estar juntos mucho. Pero todo el mundo me habló maravillas de ella, y que era una compañera sensacional. Ahora lo he podido comprobar.

-Mario, te estrenas a las órdenes de un director, el argentino Marcelo Piñeyro, con el que no habías rodado nunca. ¿Una buena experiencia?
-Sí, muy buena. Además, hay mucha tranquilidad en el rodaje, mucho silencio. Cuando Belén y yo llegamos a los ensayos, ya llevábamos el 50 por ciento de nuestros personajes creados, estudiados. A partir de ahí, comenzamos a definirlos, a completarlos.

-¿Crees que ya te han quitado la etiqueta del chico que se quita la camiseta?
-Yo lo hice cuando el guión lo exigía, claro. Me la sacaba y está. Aunque, antes, me preparaba, claro, ja, ja. Era consciente de que ese tipo de personajes y películas como '3 metros sobre el cielo' y 'Tengo ganas de ti' tienen un mercado y un público, y también unas exigencias respecto a lo que tienes que hacer por ellos. Estoy muy feliz con todos los trabajos que he hecho hasta ahora, y que me han llegado en diferentes edades. Tengo 27 años y estoy aprendiendo mucho, ahora, en esta película, junto a compañeros como Belén Rueda y Sergi López.

Tanto Mario como Belén se han elogiado mutuamente. Los actores, que apenas habían coincidido de manera episódica en la serie de Antena 3, 'El Barco', han fomentado la tensión y la complicidad de sus personajes durante los ensayos previos al rodaje.

"Es una compañera fenomenal. Me está ayudando y estoy aprendiendo mucho con ella", ha explicado Casas sobre la actriz, a la que veremos en un papel de 'abuela' al que no nos tiene acostumbrados.

"Ha cambiado la idea de que las actrices no podían trabajar después de los 40 y éste es uno de los mejores guiones que he leído en los últimos tiempos", aseguró Rueda, que no ha dudado en embarcarse en esta aventura.