Isabel Pantoja sale de prisión guapísima, feliz y lanzando besos

Isabel Pantoja ya disfruta de sus primeros momentos fuera de prisión, aunque sea por unos días. La cantante comenzaba su primer permiso penitenciario, de cuatro días, a las 13.15 horas de este lunes 1 de junio, cuando se abrían las puerta de la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra para que abandonase el centro por la puerta principal.

Acompañada de su hermano Agustín, el encargado de ir a recogerla a la cárcel mientras el resto de la familia preparaba la bienvenida a Cantora, donde disfrutará del permiso, Isabel Pantoja se mostraba relajada y muy feliz. La sonrisa la acompañaba en todo momento.

Para su 'reaparición' pública, la artista optaba por colores veraniegos y vivos, buena muestra de su buen estado de ánimo: una blusa roja y pantalones blancos. Isabel no ocultaba su rostro bajo unas gafas de sol y caminaba firme y segura de la mano de su hermano.

Muy guapa, con una imagen muy distinta a las últimas que vimos de ella cuando se mostraba seria y preocupada por su ingreso en prisión, la viuda de Francisco Rivera 'Paquirri' mostraba la ilusión con la que afronta estos cuatro días de permiso una vez que ha cumplido una cuarta parte de la condena de dos años a la que fue sentenciada por blanqueo de capitales.

Isabel se mostraba muy agradecida a los fans que la animaban a las puerta de la cárcel de Alcalá de Guadaira pero sin duda lo que más le emocionaba en ese instante era el posterior reencuentro con su hijo Kiko y sus nietos en el cuartel general de la familia, Cantora. Allí además se iba a reencontrar con su madre, doña Ana, con quien celebrará su 84 cumpleaños, que acaba de cumplir; su hermano Bernardo, su sobrina Anabel... y amigos cercanos.

Tras 191 días en la cárcel Isabel mostraba una imagen fresca en su primer permiso carcelario. Maquillada, con sombras en los ojos y un aspecto inmejorable, todo en ella era positivo. Poco a poco va dejando atrás los malos tiempos, pese a lo que le queda por llegar.

En un gesto cómplice hacia sus compañeras de reclusión, Isabel Pantoja les dedicaba desde el parking de la prisión un cariñoso saludo con las manos y les tiraba un fuerte beso. Seguramente era un 'hasta pronto' acordado con las internas, con quien en estos meses entre rejas habrá establecido una buena relación.

Isabel no sólo tuvo gestos cariñosos hacia las reclusas que dejaba temporalmente atrás, también para los fans que la esperaban en su primera salida de la cárcel. Saludos y besos para ellos además de cómplices sonrisas fueron los gestos de la cantante.

Pese a la felicidad que inundaba este momento en la vida de Isabel Pantoja, la cantante de 'Marinero de luces' no ha querido hablar con los medios ni hacer ninguna declaración y enseguida se ha montado en el coche de su hermano Agustín para dirigirse a Cantora.

Isabel Pantoja no podía borrar la sonrisa de su rostro, pues tras este permiso seguramente vendrán otros hasta que finalmente abandone la cárcel. En su mente estaba el encuentro con sus dos nietos, Francisco, el hijo de Kiko Rivera y Jessica Bueno; y Alberto, el pequeño fruto de la relación que en su día tuvieron su hija Chabelita y Alberto Isla.

Precisamente la gran ausente en este reencuentro es Chabelita, que sigue en Honduras participando en 'Supervivientes'.
 

En el coche que llevaba a Isabel Pantoja hacia su casa,  Cantora, el hogar que compartió con el fallecido torero Paquirri, la tonadillera seguía mostrando la felicidad del momento que vivivía tras meses de amargura. Sin esconderse, en todo momento dejaba ver su cara más amable y relajada.

Antes de que acudiese al centro penitenciario, su hijo Kiko hacía irrupción en Cantora para esperarla en la casa en la que el joven pasó su infancia al lado de ella. Kiko llegaba en un coche con su novio, Irene, y su hijo Francisquito. Tras ellos, llegaban en otro coche Anabel Pantoja y el hijo de Chabelita, Alberto.

Isabel Pantoja ingresó en la prisión sevillana de Alcalá de Guadaíra el 21 de noviembre de 2014 por blanqueo de capitales en una pieza separada del caso Malaya. Entonces lo hacía vestida de color oscuro, con gafas de sol y visiblemente afectada.