Susan Sarandon triunfa en el Festival de Cine de Sitges

Susan Sarandon es este año una de las estrellas que teñirá de color la alfombra roja en el 50 aniversario del Festival de Cine de Sitges. La actriz, que acaba de cumplir 71 años el pasado 4 de octubre, ha sido galardona con el Premio Honorífico del certamen por su contribución al género fantástico, que para homenajearla celebrará un pase especial de su película más terrorífica 'The Rocky Horror Picture Show' (1975). Y es que la estadounidense ha sembrado una buena cosecha en este género con películas como 'El ansia' (1983) o 'Las brujas de Eastwick' (1987).

¿Cómo es para usted dar vida a Bette Davis?
Mucha gente me había pedido que interpretara a Davis, incluso ella misma lo hizo cuando yo era más joven, pero no había ningún guión ni director que llevara a cabo un proyecto que me interesara, hasta que apareció Ryan Murphy, creador también de las exitosa 'American Horror Story'. Al principio, me pareció un guión un poco absurdo, todo el rato peleándose una con la otra. Lo que más me interesó fue el final de la serie, cuando una le dice a la otra que podrían haber sido amigas todo el tiempo que se habían pasado peleando. 

Recuerdo que estaba horrorizada ante la idea de interpretar a un icono del cine como Davis, cuyos gestos ya se habían convertido en clichés, lo que más me preocupaba era hacer de ese personaje una persona real.  Tuve un coach para trabajar la pronunciación. Después de estudiarla a fondo me di cuenta de que tenía más en común de lo que creía en un principio. Eso sí, solo como actrices, porque no soy alcohólica, fumo otras cosas, pero no cigarrillos, y estoy feliz con mi familia.

Se dio a conocer con "Thelma y Louise", pero ¿qué lugar ocupa dicha película en su corazón?
Mucha gente me conoce por unas películas y no por otras, personalmente, quiero por igual todas las películas que he protagonizado a lo largo de una carrera que abarca más de cuatro décadas, ya sean pequeñas o grandes, pero que siento una especial predilección por 'Pena de muerte' (1995) con la que gané un Óscar. Soy una actriz de personajes y estoy muy orgullosa de contar con un público tan diverso porque he hecho personajes muy variados desde que debuté en la gran pantalla en 1970 con la cinta dramática 'Joe'.

¿Qué supone ser una actriz de gran carácter como usted en Hollywood? ¿es difícil encontrar papeles en una industria que suele arrinconar a las intérpretes más maduras?

 Sigo trabajando. A veces hago personajes más pequeños y otras hago alguno principal, pero gracias a la televisión es más fácil ahora encontrar mujeres con un perfil más complejo y productivo. La televisión no tiene que atraer a todo el mundo ni gustar a todas las audiencias. Los personajes femeninos pueden ser más arriesgados, poderosos, no tienen que ser chicas de 22 años. La televisión ha empezado a producir y a dar pie a estos personajes femeninos con más fuerza y más atractivos, creo que el cine se ha quedado atrás en ese aspecto. De momento, trabajo no me hace falta y disfruto por estar activa en mi profesión.

¿Qué impacto que tienen las redes sociales en la vida de las estrellas de cine?
Ha desaparecido todo el misterio que envolvía antes a las celebridades de Hollywood.Las redes sociales han cambiado la vida de lo que significa ser famoso, sobre todo para la gente joven. Un ejemplo claro lo tenemos en el clan de las hermanas Kardashian. Los jóvenes ahora no quieren ser actores o músicos, sólo quieren ser famosos. Lo positivo es que las películas y hablo de mi propia experiencia, uno es músico y el otro actor, se pueden ver en diferentes plataformas. En la época de Bette Davis, la prensa podía ser muy poderosa con sus comentarios y hundir a un actor o actriz que era protegido por los estudios, pero es cierto que ahora hemos ganado libertad. Los actores han dejado de ser misteriosos aunque la mía no tiene ningún misterio. Ahora hay la costumbre y el peligro de fichar en los castings a los actores que más seguidores tienen en las redes. Importa más los seguidores que tienes en las redes sociales que tu talento.

¿Qué busca en un papel?
Lo primero es que quiero pasármelo bien. Me gusta hacer cosas que no he hecho antes, que sean un reto para mí y desde luego que me paguen. Cuando mis hijos eran más pequeños tenía ciertas limitaciones y tenía que escoger en función de donde tenía que rodar, teniendo en cuenta de que tenían que ir al colegio. Me encantan las historias de amor, todas las películas que he hecho he mostrado personas que se abren, vulnerables, puede ser por el amor de un niño, de un hombre, de otras mujeres, de una persona amor. Lo que más me gusta es que cada uno es el protagonista de su propia vida. Las mujeres normales tienen historias extraordinarias que contar.

Tiene una escuela de ping-pong, ¿cómo empezó todo?
Primero es que me encanta el ping-pong, es un deporte que puede jugar todo el mundo, niños pequeños, las chicas pueden ganar a los padres, no tienes que ser muy fuerte… De ahí que me animé a empezar un proyecto de comunidad con el cual pudimos ayudar a 65 escuelas en Nueva York. Hace dos años, también colaboré con este proyecto con los refugiados en Lesbos. Actualmente, no estoy tan implicada en el él, pero sé que lo están haciendo muy bien.

Se conserva estupendamente y hace gala de un espíritu jovial. ¿Cuál es su secreto?
No bebo mucho, soy feliz, es importante tener un compromiso, una curiosidad, que las cosas te emocionen, fumo, pero no cigarrillos, y además procuro centrarme en lo que pasa en mi interior y no tanto en lo que sucede en el exterior. Además ayuda una sesión de hora y media de maquillaje, como hoy.