Orlando Bloom y Miranda Kerr, más cariñosos que nunca tras su separación

Orlando Bloom y Miranda Kerr ya no son marido y mujer, pero el lazo que los une será eterno: su hijo Flynn. Anunciaron oficialmente el pasado viernes 25 de octubre que se separaban y adelantaban no sólo que lo hacían de forma "amistosa", también que seguirían siendo una familia. Y así lo han demostrado.

Días después de dar oficialidad a su separación, el exmatrimonio aparecía por primera vez en público, con su retoño, este fin de semana, durante un paseo por Nueva York, su ciudad de residencia.

El actor británico y la modelo australiana, una de las parejas más seguidas del mundo por el glamour, belleza y éxito que destilan, van a hacer todo lo posible porque su hijo Flynn, que ya tiene dos años y medio, no sufra las consecuencia de que su amor no haya funcionado.

El niño es la máxima prioridad para Orlando y Miranda, la personita que, además, consigue que se sigan llevando de maravilla. Tanto, que incluso el intérprete abrazaba tiernamente a su exmujer durante el paseo.

Durante el paseo por la Gran Manzana, Orlando Bloom, de 36 años, y Miranda Kerr, de 30, comenzaron a preparar Halloween, que en Estados Unidos es una de las grandes fiestas anuales, visto que el pequeño Flynn llevaba un gracioso cubo que simulaba ser una calabaza.

Tras el anuncio de ruptura, después de varios meses separados, el protagonista de grandes éxitos mundiales como 'Piratas del Caribe' y 'El Señor de los Anillos' declaraba al portal estadounidense de noticias TMZ que él y la top model "no somos amigos, somos familia", y así lo han dejado claro ambos en su primera salida como ex.

Miranda Kerr, que es una de las mujeres más deseadas del mundo por su belleza y espectacular cuerpazo que cada año luce en los desfiles más esperados del planeta, los de Victoria's Secret, apostó para esta salida en familia por un 'look' casual, muy moderno y cómodo, formado por una camiseta de inspiración marinera de rayas horizontales azules y blancas, jeans ajustados, abrigo de paño gris con grandes solapas y cuello de pelo, un elegante y sencillo bolso de cuero de Louis Vuitton y botines con detalle de tachuelado. Completaba su estilismo con unas gafas estilo aviador.

Por su parte, Orlando Bloom, que dejó a su hijo con la modelo, se mostró durante todo el paseo muy atento con su hijo, a quien llevó casi todo el tiempo en brazos.

El pequeño eran una fotocopia de su famoso papá ya que, como él, llevaba una gorrita, probablemente para pasar desapercibido por las calles de Manhattan.

Mientras Orlando vestía un jersey de punto, chaleco, vaqueros y deportivas de bota, Flynn estaba muy guapo y moderno con una cazadora de cuero al más puro estilo rockero y pantalones amarillos.