La Dama: ‘‘Más tarde o más temprano, me casaré con Melendi”

Lleva la música en la sangre. Damaris –su verdadero nombre– ha convivido con ella desde que nació, ya que su padre era músico. Por eso será por lo que ella y sus hermanos, Rasel y Dani, han convertido la música en su medio de vida.

Después de un tiempo retirada de los escenarios, La Dama quiere volver a coger las riendas de su carrera. Pero también quiere darle un cambio radical y alejarse de ese pop aflamencado que cantaba al principio. Ahora quiere probar suerte con el dance.

Reconoce que está viviendo uno de sus mejores momentos, que está llena de felicidad junto a su pareja, Melendi, y su niño, Marco, de dos años.

-Vuelves a la música.
-Sí, porque llevo cuatro años parada. Lo que ocurrió con el primer disco es que salió tarde y me quedé embarazada, por lo que tuve que parar. Ahora estoy grabando temas sueltos y los estoy presentando en discográficas, como se hacía antes.

-Melendi tenía un sello discográfico.
-Sí, pero lo cerró. De todas formas, aunque Melendi hubiese tenido un sello, yo no querría sacar un disco así. Llevo desde muy joven dedicada a la música y no quiero que digan: “Ahora la mujer de Melendi saca un disco”.

-También pueden decir: “La hermana de Rasel”.
-Pues sí. Yo quiero hacerlo por mí misma, pero más que nada porque quiero que cada uno siga su carrera.

-¿Compones?
-Sí. Este disco va a ser más dance, para el verano. Antes mi música era pop aflamencado. A mí el flamenco me encanta desde niña, pero también me gusta el dance y la música negra. He tenido una evolución como persona, y ahora no me veo con zapatillas y un pañuelo en la cabeza cantando. Estoy orgullosa del disco que saqué, pero ahora me veo de otra forma.

-¿Cómo es La Dama?
-Un poco loca. La Dama está chiflada, pero soy una persona muy feliz y positiva. Ahora estoy viviendo un buen momento, y eso se nota, porque transmito alegría.

-Has sido madre muy joven, con 24 años.
-Nosotros no estábamos buscando un niño, pero no nos importaba si nos pasaba. Melendi ya tenía una hija, Carlota, y yo me llevo muy bien con ella. Los dos somos muy niñeros. Cuando nos enteramos fue un momento muy emocionante, yo no paraba de llorar.

-¿No fue un problema para tu carrera?
-No. Yo he estado parada profesionalmente para dedicarme a mi hijo. Creo que he sido una mujer afortunada. No me he perdido nada de mi niño.

-¿Y te cuesta separarte de él?
-No. Si no estamos ni su padre ni yo, el niño siempre está con familiares.

-¿Quién está más loco: Melendi o tú?
-Él es muy tranquilo.

-¿En casa cómo le llamas: Ramón o Melendi?
-Yo le llamo “Melen”. Ramón es sólo para cuando se enfada su madre. Cuando me enfado con él, directamente no lo miro a la cara (risas).

-¿Cómo lleváis la popularidad tras “La voz”?
-Bien. Ahora las abuelas lo quieren como nieto y las madres como yerno, pero ya está cogidito. Melendi siempre ha sido así, lo que pasa es que no nos hemos expuesto.

-¿Concursarías en “La voz”?
-La verdad es que lo estuve tanteando, pero cuando a Melendi le ofrecieron entrar en el programa, se me quitó la idea de la cabeza.

-¿Te imaginas que no te elige, que no da el pulsador cuando estás cantando tú?
-No sé lo que habría pasado. De todas formas, desde el primer segundo se habría dado cuenta de que era yo, aunque no me viera, porque son muchos años escuchándome.

-¿Os conocisteis trabajando?
-Sí, me eligieron para hacerle los coros, pero le conocí el día del primer concierto. Físicamente no me había fijado en él hasta ese momento, y me gustó. Cuando le conocí me di cuenta de que es una persona muy sensible, cariñosa y muy noble.

-¿Le has compuesto alguna canción?
-Yo no, pero él a mí sí. “Autofoto”, de su último disco, es un regalo. Eso no tiene precio.

-¿Quién lleva los pantalones en vuestra relación?
-Creo que yo. Soy muy temperamental. Aunque estamos todo el día juntos y casi no discutimos.

-¿Habrá boda?
-''Melen'' no quiere, porque no le gustan los fiestones. Es un hombre de estar en casa. Yo quiero, porque soy muy novelera y quiero vestirme de novia. Me quiero casar con Melendi, más tarde o más temprano. Ahora no es el momento porque los dos estamos muy centrados en nuestros trabajos y el niño es muy pequeño.

-¿Te apetece tener otro hijo?
-Sí, pero más adelante. Marco tiene sólo dos años y quiero seguir disfrutando de él. Me encantaría tener una niña.

-Seguro que Marco sigue vuestros pasos.
-Yo creo que sí, aunque el padre le quiere inculcar lo del fútbol, pero el niño ni mira el balón. Melendi quiere un Messi en casa, pero no lo va a tener. Para Melendi, el fútbol es su profesión frustrada.

Cuando dice que transmite felicidad es verdad. La Dama tiene los pies en la tierra y hace que el trabajo con ella sea muy sencillo.

Durante toda la sesión estuvo cantando, aunque,
cuando se daba cuenta de que la escuchábamos, le daba algo de vergüenza.