Con solo 14 años, esta joven nacida en Haarlem, Países Bajos de turcos emigrados ya desfilaba en las pasarelas y poco tiempo después sintió la llamada de la actuación. Aunque comenzó a estudiar Psicología en la Universidad de Amsterdam, la abandonó para centrarse en su formación en modelaje y arte dramático: “Creo que si anhelas algo debes dedicarte plenamente a ello. Cuando era una veinteañera tuve que marcharme de mi país para competir en concursos de belleza; pasé tiempo sola y eso me hizo madurar”.
Su participación en el certamen Miss Turquía 2011, título con el que se alzó, es una de las etapas de su vida que recuerda como más intensas: “Fueron tres meses de gran trabajo y presión, pero aquello me dio reconocimiento mundial. Después de mi triunfo empezaron a llegar más ofertas de productoras. Por eso nunca he renegado de ello”. Sin embargo, sus inicios en la escena en Estambul fueron bastante complicados: “Yo no sabía turco, me costó muchísimo aprenderlo y todavía sigo perfeccionandolo. Hablaba holandés, que es mi lengua materna, inglés y alemán”.
A pesar de todo, Melisa trabajó duro para sortear este obstáculo y en 2014 llegó su primer papel importante gracias a la serie Yer Gök Aşk. Ese mismo año participó en las ficciones Her Sevda Bir Veda y Ulan Istanbul y después aterrizó en Kara Sevda: “Asu es uno de los papeles más bonitos que he interpretado hasta la fecha. Fue muy complicado y un orgullo meterme en su piel”. Actualmente, ha grabado la producción Carpisma, en la que comparte créditos con Kıvanç Tatlıtuğ, Cesur en Suhan: amor y venganza, y Alperen Duymaz.
Se considera una mujer tenaz y luchadora: “A veces me cuesta desconectar porque intento dar lo mejor de mí. Pero esa capacidad de superación me hizo llegar adonde estoy”. En sus ratos de ocio disfruta de dos de tres pasiones: pintar, hacer ejercicio y viajar: “Me gusta descubrir nuevas culturas. Por supuesto, siempre que puedo vuelvo a Holanda para pasar tiempo con mis padres”.
También dice llevarse muy bien sociales. Las utilizo para estar en contacto con mis fans y mostrar cómo soy fuera de los rodajes. Considero que es muy importante que me conozcan y no se queden solo con detalles de mis personajes”. Melisa, defensora de los animales, suele publicar muchas imágenes con sus mascotas o con su hermano, al que adora: “Tuvimos una infancia muy feliz. Vivir lejos de mis seres queridos es uno de los sacrificios que tengo que hacer para alcanzar mi sueño, que es pisar fuerte en mi profesión en Estados Unidos, en Hollywood. Es algo que me dije hace tiempo y no voy a parar hasta conseguirlo”.