Verduras de hoja verde
CONSERVAR. Guárdalas en bolsas de plástico o envueltas en papel film en la parte más fría del frigorífico, sin que quede una gota de agua entre las hojas, pues de hacerlo, terminarán pudriéndose.
CONGELAR. Algunas verduras como la lechuga o los berros, no se aconsejan congelarlas crudas porque se agrietarían y perderían su textura. Otras como las espinacas o coles rizadas, es mejor escaldarlas antes de congelarlas y usarlas para sopas, batidos, etc.
TRUCO. Arranca las hojas de la lechuga con la mano a medida que se vayan consumiendo, lávalas y sécalas, pero no las dejes en remojo. Para que recupere su vigor cuando ya está un poco mustia, corta las hojas que vayas a consumir y mantenlas en agua helada de 5 a 30 minutos, según lo blandas que se encuentren. Voilà!