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La vida de Marta Peñate daría para hacerle un documental de Netflix. Ya lo demostró contando cómo fue su juventud haciendo su propia 'línea de la vida' en su canal de mtmad, donde reveló sus amores y desamores, cómo acabó en un internado o cómo vivió la enfermedad por la que le falta un riñón. Está claro que su existencia no ha sido un camino de rosas, porque además fue una adolescente muy rebelde, pero es que en lo personal tampoco, porque ahora ha revelado sus experiencias sexuales más desastrosas.
La primera vez de todo el mundo no suele ser precisamente la mejor: la inexperiencia juega muy malas pasadas, y si a esa receta le echas un chico algo espabilado, la cosa empeora aún más: "Tenía unas pintas… el típico cani chungo, que si mis padres lo ven me mandan directa a un internado. Él no sabía que yo era virgen, y a los 4 ó 5 meses de empezar a salir me llevó a su casa, me puso una canción y lo acabamos haciendo". "Yo era un mueble, prácticamente no me movía, y al acabar me asusté mucho porque no sabía que en la primera relación sexual se puede sangrar porque se rompe el himen. Se lo conté a una amiga, que fue la que me lo dijo. La parte triste de la historia es que el chico me dejó a los dos días… por su exnovia", ha relatado.
¿Y ha habido algún chico con el que la cosa no fluyera después? "Nunca lo he dejado con una pareja porque sexualmente no me vaya bien… pero tuve un amigo especial, un follamigo, al que le dio un gatillazo", ha contado divertida, aunque apostamos a que no fue nada agradable en ese momento para ella, y mucho menos para él, y ha añadido otra: "Tengo otra relación sexual que no fue desastrosa porque yo no quise. Me siento mal por decir esto. Era un chico con el que llevaba 5 ó 6 meses… y cuando palpé, no palpé nada. Era un gusanito. No llegué a consumar el acto porque me inventé un dolor de cabeza", ha contado.
Otras primeras veces
Algunas primeras veces en su vida las ha recordado con mucho cariño, como los amigos, las rupturas que le ayudaron a crecer como persona o vivencias de adolescente, pero hubo dos que le hicieron recapacitar mucho, como su primera gran borrachera: "Mis amigas llamaron a mi madre a las 4 de la mañana para decirle que me enviaban en un taxi a casa y que bajara al portal a recogerme porque me había pasado bebiendo. Al día siguiente me echó una chapa de 4 horas", ha recordado.
Tampoco con gran cariño rememora el robo que sufrió en su casa cuando aún estaba con Lester: "Sólo he denunciado tres veces en mi vida, y una de ellas fue porque me robaron. "Registraron un poco, pero no tuvieron huevos a subir arriba porque estábamos nosotros durmiendo", ha dicho sobre los ladrones, que para entrar habían arrancado la cerradura y se habían dejado la puerta abierta. ¡Qué miedo!
