Sara Navarro: "La infanta Elena es la que mejor calza"

-¿El talento se hereda, Sara?
-Mi abuelo, además de artesano, era artista, como todos los de aquella época, porque el artesano lo hacía todo: el modelo, el diseño, el patrón, que él mismo montaba... El negocio pasó a manos de mi padre que fue más  empresario e industrial.

-Y usted es la mezcla de ambos.
-Yo empecé diseñando y después traté de internacionalizar el negocio, sin olvidar la parte artística, que es la base de mi trabajo, porque tengo gran afición al dibujo, a la pintura y al arte, que es lo que más me gusta e interesa.

-¿Cómo se inicia en un mundo en el que mandan los hombres?
-De pequeña jugaba en la fábrica de mi familia. Iba al finalizar el colegio, incluso los sábados me gustaba levantarme pronto para ir.

-¿La piel tiene un olor especial?
-¡Por supuesto! Si algo tengo en mi memoria olfativa es el olor de las colas, de los brillos que se les daban a los zapatos... Desde pequeña sé si el olor es de vacuno o de cabra.

-¿Recuerda qué edad tenía cuando diseñó su primer zapato?
-Perfectamente: 21 años y diseñé un zapato masculino con tacón, de color cereza, que se ha convertido en el emblema de mi marca. Estaba en quinto  de carrera y vivía en Milán, donde fui a hacer un curso intensivo de diseño de seis meses de duración. Allí aprendí patronaje, una técnica imprescindible para diseñar bien.

-Como hacen los buenos sastres.
-Sí, aunque en el calzado, la tecnología es fundamental, porque todo tiene que encajar en el pie, y no siempre es igual el izquierdo que el derecho.

-¿Por qué ahora se da tanta importancia al calzado?
-Porque ha pasado a ser un elemento básico del estilismo. Es importante que el calzado tenga el apoyo de una marca, de un concepto y de un estilo, porque eso es lo que más vende.

-¿La Princesa de Asturias ha dado un impulso al sector?
-Sí; se ha convertido en un referente muy importante y, como le encantan los zapatos, quiere saber lo que está de moda y marcar tendencia. Como desde que se casó pertenece a una familia en la que todos son muy altos, los tacones para ella son imprescindibles.

-¿Es tópico o a los hombres se les conquista por el estómago?
-Por el estómago y con unos zapatos sugerentes. En ese sentido tenemos un alto porcentaje de éxito porque entra en juego el gusto, el olfato, la sensualidad y la sensibilidad.

-¿Cómo se sacude la presión reinante?
-Voy a clase de pintura, cocino, hago footing... El deporte es básico para la salud, porque aporta estabilidad. Los excesos nunca son buenos. Hay que saber distribuir el tiempo de forma equitativa, si duermes ocho horas tienes que trabajar otras ocho horas.

-¿Alguna vez estuvo tentada de tirar la toalla?
-No, tengo que cumplir muchas metas todavía. Hace falta tiempo y dedicación para conseguir llegar todo lo lejos que te propones.

Nació: El 17 de agosto de 1957, en Elda (Alicante).
estudios: Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia. Máster en Dirección General de Empresas, por la Escuela EOI. Máster Internacional de Moda en la Domus Academy de Milán. Habla cinco idiomas.

Familia: El 10 de junio de 2000 se casó con Javier Ocaña.
No tienen hijos.

Profesión: Diseñadora de zapatos, bolsos, sombreros y complementos. En 1979 creó su propia marca de zapatos, Sara Navarro, y más tarde la empresa Sarah World, de calzado y complementos, que está presente en 40 países. Para primavera/verano de 2012 ha lanzado la colección Tanit, con materiales ecológicos, a los que hay que añadir artesanía y diseño.

Ha diseñado: Calzado para los desfiles de John Galliano, Ángel Schlesser y Roberto Verino, entre otros gurús de la moda.