Siempre habla de su madre. ¿Tanto le ha marcado?
Mucho, porque es un personaje que siempre me ha tratado como si fuera su colega, su amiga. Una mujer muy trabajadora, que durante años estuvo cuidando de un hombre mayor.
¿Son los que le ayudan a perseverar?
Sin duda. Hay gente que saca enseñanzas positivas de las dificultades y otros no. De todo hay que aprender, porque si no estás pasando por la vida sin que te cale.
¿Cómo le afectó la muerte de su padre?
Fue un golpe duro que me enseñó a no preocuparme de las cosas sin importancia. Sin decírmelo, me enseñó el camino para ser feliz, para madurar. Ahora estoy pendiente de mi madre, de que no le falte de nada, que pueda viajar y disfrutar.
¿Se reconoce en ella?
Mucho, tengo el mismo genio y, según pasa el tiempo, los mismos defectos. En cambio mi hermana Loli es un clon de mi padre, y María José me acaba de dar un sobrino y estoy feliz.