La entrevista
-¿Cómo debe ser el hombre que la conquiste?
-De espalda ancha, buena pechera, buen culo, donde puedas agarrarte bien. Me gustan jóvenes porque hoy las mujeres le estamos arañando años a la vida, y una de 40 parece que tiene 30.
-¿Se siente a gusto con lo que ve en el espejo?
-Muy a gusto. Eso te lo da tener un hijo de 21 años. Recuerdo que cuando era más pequeño y yo llegaba a casa de trabajar, siempre me decía: “¡Mamá, quítate a la Mónica Naranjo!”. Creo que le daba miedo.
-¿Le pesa ser hijo de una famosa?
-No, porque siempre he tratado de inculcarle que lleve una vida discretísima. Nunca lo he llevado al colegio para que no lo asociaran conmigo. Iba a recogerlo, pero nunca lo llevaba para evitar los comentarios de sus compañeros.
-¿Está preparada para que vuele solo?
-Sí porque eso forma parte de la vida. A veces me pregunto por qué yo me fui de casa con 17 años, pero lo hemos educado para que sea independiente y tenemos la suerte de que nos ha salido muy juicioso.
-Del 1 al 10 valore su trayectoria profesional.
-Un seis o un siete, porque es mucho lo que me queda por aprender. Ha ido todo tan deprisa que pienso que tengo mucho camino por andar.
-¿Algún gran proyecto entre manos?
-Uno muy rompedor en el que llevamos más de cinco años trabajando y que saldrá en primavera. Ahora estoy en plena celebración de “4.0” (en referencia a sus 40 años).