“El sexo está sobrevalorado”
Mal estudiante, pronto la madre de Enrique San Francisco se dio cuenta de que su hijo tenía gran facilidad para la interpretación, que era lo que más le gustaba sin tener que esforzarse demasiado porque posee un talento natural. Autodidacta, su vida ha estado marcada por la droga, de la que salió gracias a su esfuerzo personal. Una experiencia que, sumada a otras muchas, le permite hablar de las cosas de la vida con conocimiento de causa.
-¿Qué es más fácil, hacer reír o hacer llorar?
-La comedia es lo más difícil, y para hacerla bien hay que ser muy grande, porque en un momento tienes que hacer llorar, inspirar ternura a la gente y conseguir que se ría.
-Lo consigue en “Vamos a hablar”.
-Es lo que intento, porque para mí el éxito de la función depende del público, porque es el público el que más me enseña, y el que se crea otra cosa se equivoca.
-El punto más fuerte es cuando habla de sexo, ¿por qué será?
-Porque es un tema que está sobrevalorado. De ahí que, cuando a la gente le dices que la cosa no es para tanto, que si te tomas un chupito va a ir todo mucho mejor o no, porque eso nunca se sabe, incluso que si das un gatillazo no hay problema, lo agradece porque lo estás desmitificando.
-¿Abordarlo desde la ironía es la clave de su éxito en el Rialto?
-Claro, todo depende de cómo lo orientes, en ese aspecto yo soy muy clásico y me complico poco la vida.